Ansiedad infantil y Covid-19
Cada semana aparece una noticia en la televisión dónde se habla de salud mental y Covid. Normalmente, cuando se habla de salud mental, de que 7 de cada 10 personas sufre ansiedad y depresión, no se menciona que uno de cada cuatro niños padece o ha padecido síntomas depresivos y de ansiedad debido al confinamiento por el Covid-19. Si a muchos adultos les cuesta reconocer los síntomas, ¡imagínate un niño! La mayoría de ellos, piensan que están teniendo otra enfermedad… y sin embargo, ¡los médicos les mandan a casa!
Muchos, se sorprenden cuando acaban en Ayudarte. No entienden qué podemos hacer por ellos cuando lo que están viviendo es tan físico…. Las taquicardias, la falta de aire, los sudores, el bloqueo…es real. No es algo que se estén inventando y desde luego, no es una experiencia que ellos hayan vivido anteriormente o estén provocando.
Las familias son las primeras sorprendidas, pero es que las circunstancias excepcionales que estamos viviendo hacen que aparezcan este tipo de problemas emocionales en los niños/as. Aunque no sé si te acuerdas, pero hace un tiempo ya te hablamos sobre el miedo, la ansiedad y la depresión en niños en tiempos de pandemia.
Claves para tratar la ansiedad por Covid-19 de los niños
El “ya pasará”o “vamos a esperar a que la pandemia termine”no es una solución para mejorar la ansiedad en un niño, es un agravamiento de los problemas. La solución es pedir ayuda y encontrar soluciones para que no se cronifique el problema emocional. Quizás, por eso, con la llegada de las primeras notas y los primeros exámenes, han surgido los primeros miedos e inseguridades.
Un hecho aislado, como ansiedad en un examen o miedo a contagiarse, ha hecho que la ansiedad se apodere de muchos niños/as y adolescentes, que quizás ya eran inquietos o mostraban cierto nerviosismo. Sin embargo, ahora se han duplicado esos síntomas, generando gran malestar en ellos/as.
El Covid-19 no sólo está afectando a nivel físico, todos/as estamos sufriendo sus consecuencias psicológicas. Lo vemos a diario en el estudio, pero también en nuestro canal de youtube dónde anónimamente recibimos mensajes sobre: “Soy un niño que tengo ansiedad o depresión y me da vergüenza decírselo a mis padres” o “creo que me estoy volviendo loco/a, por favor ayúdeme” o “lo que describes en el vídeo es precisamente lo que me está pasando a mí”. En Ayudarte, ayudamos presencialmente, online o incluso con artículos para visibilizar lo que muchos no se atreven a decir en alto. Porque es necesario, porque realmente es importante no sentirte solo/a en esto y porque sabemos que hay solución a los problemas. Por eso, te voy a dejar un vídeo dónde hablamos de la ansiedad que realizamos en plena pandemia y que puede resultarte útil:
Finales felices: Caso real de un niño con Ansiedad
Precisamente, eso es lo que vivió el protagonista de nuestro final feliz de hoy. Al igual que muchos niños y adolescentes, tenía una personalidad nerviosa, pero siempre la había podido manejar. No obstante, un día dejó de poder hacerlo y su familia tampoco sabía cómo podía ayudar para gestionarla. No se abría con ellos y así, era difícil poder ayudarle adecuadamente. ¿Te suena? Pues así son muchos de los casos que llegan al estudio últimamente. Pero, no te voy a adelantar más, te dejo con el verdadero protagonista de la historia:
“Siempre fui muy nervioso, pero no me dio problemas grandes, supongo que por la edad tenía menos preocupaciones y responsabilidades. Pero cuando empecé sexto de primaria empecé a preocuparme demasiado por los exámenes y los estudios. No me daba cuenta de lo que pasaba y no notaba estar nervioso, pero ahora me doy cuenta de cómo estaba antes y ahora estoy mejor.
Entonces a mitad de año escolar (creo que en enero o febrero no me acuerdo bien), mis padres me dijeron que me iban a llevar a un psicólogo y que podría ayudarme. Yo pensé en un primer momento que estaba mentalmente enfermo (un pensamiento un poco extraño) y que estaba loco, pero no fue así.
Llegué a ese sitio y conocí a Nuria, desde el primer día vi que muda no era y hablábamos un montón de cosas. Al principio se me hacía raro y me ponía nervioso al ir allí, no conocía a Nuria de nada. Pero al tiempo ya era más natural.
Así estuve unos seis meses, aunque cada uno le tomará su tiempo. Ahí aprendí formas de relajarme cuando me pongo nervioso y poco a poco iba mejorando. Nunca conté esto a nadie por miedo a que pensarán, pero me di cuenta de que ir a un psicólogo no es estar loco ni enfermo, sino algo que todos necesitamos alguna vez, pero no todos acuden a ello.
Yo creo que si tienes algún problema que no se puede solucionar debes ir al psicólogo veces es lo que uno necesita y la mejor opción para uno mismo. Mis padres escogieron que fuera a ‘’Ayudarte’’, pero si no hubiéramos tratado eso a tiempo, el problema habría sido más grande y difícil de controlar.”
¡Gracias por tu generosidad! Y es que los testimonios de finales felices que tenemos son opiniones reales de familias, adolescentes y niños/as que no les importa ayudar a otros hablando sobre cómo se han sentido. Todos/as tenemos tabúes, pero es importante vencerlos por algo superior: el bienestar mental.
Ahora, como siempre, nos encantaría saber tu opinión y leer en comentarios si crees que tu hijo/a a lo largo de este año ha sufrido ansiedad, depresión o ha tenido alguno de los síntomas que describimos en el vídeo. ¿un niño puede sufrir ansiedad?