Nadie está preparado para la situación a la que nos enfrentamos durante estos días, parece casi surrealista pensar que vamos a estar varios días en nuestros hogares o estar pendientes del televisor esperando una señal positiva, una indicación de que la situación va a mejorar en poco tiempo. Sin embargo, lejos de vivirlo con miedo o agobio, queremos darte algunas claves para que puedas estar mejor. Sabemos, que hay niños, adolescentes, jóvenes o incluso tú mismo/a que necesitas salir de casa para despejar, tener contactos sociales o que no llevas bien vivir tu vida con incertidumbre …y verte privado de ello, puede hacer que empieces a sentir ansiedad.
Si notas que tu hijo tiene varios de estos síntomas como a dolor la cabeza, siente mareos, el corazón le late deprisa, le cuesta respirar (pero no debido al coronavirus), siente miedo y una preocupación excesiva (y sé que hablando de una situación así es difícil), se rasca muy a menudo, tartamudea, come en exceso sin motivo aparente, llora, tiene problemas de concentración, no duerme bien… Quizás esté experimentado algún síntoma de ansiedad, así que no pierdas la calma y sigue leyendo este artículo porque con estas claves, le ayudarás a rebajar esos síntomas.
- La distracción siempre va a ser una buena opción, pero es difícil mantenerse siempre ocupado. Llega un momento, por ejemplo, cuando tienes que estudiar o dormir, que pueden reaparecer. Por eso, te ofrecemos más consejos.
- Piensa qué le ayudaba antes del encierro. Quizás hacer deporte o dormir sus horas diarias… En el caso del deporte, recuerda que no es necesario realizar ejercicio saliendo de casa, que puedes mirar vídeos o apps para hacer rutinas deportivas. Si hablamos de sueño, recuerda seguir con las 8 horas diarias recomendadas, estar excesivamente inactivos tampoco es una buena aliada de la ansiedad.
- Probad nuevas soluciones:
- Respiraciones profundas antes de ir a dormir (hay muchos vídeos que pueden ayudarte con ello si nunca has probado la técnica).
- Hablar sobre cómo os sentís o si le da vergüenza, puede llevar un diario sobre cómo se siente o qué pensamientos le han agobiado durante el encierro y que luego decida si quiere compartirlo o no. Otra cosa importante respecto a esto, es que no conviene que le satures preguntándole constantemente sobre cómo se siente o motivando para que te hable de sus sentimientos. Bastará con hacerlo una vez al día. Incluso puedes hacer un balance de qué es lo mejor que estáis llevando del encierro y qué es lo que está siendo más complicado durante aprovechando la comida o la cena.
- Descubrir nuevas actividades y nuevas pasiones: hacer origami, cocinar, coser, escuchar música que nunca antes se le hubiera ocurrido escuchar… Ahora es cómo si nuestra única pasión fuera leer y leer información sobre el coronavirus, pero esa más que una pasión puede llegar a convertir en una obsesión que no va a ayudar a aliviar la tensión que siente tu hijo o tú.
- Descubre qué sentido le relaja más: no subestimes el poder de los sentidos. Quizás es una persona que le gustan los masajes (tacto), ver ese álbum dónde está el viaje que estuvisteis haciendo, saborear su comida favorita o hacer un playlist de música relajante o alegre…
- Visualizaciones positivas: Sal de tu casa mentalmente y que se imagine dónde le gustaría estar o hacer si pudiera tener esa posibilidad y que te cuente con todo detalle cómo sería.
- Tener una rutina y una organización: Algunos todavía no tienen tareas escolares, ni mucha carga lectiva como tenían. Pero eso no significa que no pueda organizarse el tiempo para que no pase continuamente su tiempo pegado a las redes sociales o a los videojuegos.
- Afrontar el problema: Sintoniza con sus emociones, hablando de las tuyas. Si ves que está más agobiado de la cuenta, díselo. No tiene sentido seguir escondiéndoselo. Y aunque sea una respuesta normal a la crisis, no infravalores esas emociones que siente tratando de mirar hacia otro lado.
- Pedir ayuda a un experto: Quizás sus problemas han aparecido por la situación que se vive o quizás es la primera vez que debe enfrentarse a ellos y también es nuevo para él o ella y para ti. Así que recurre a las videollamadas, puede que pienses que no sean igual de efectivas que una sesión de terapia, pero en momentos así, te diría que es una opción que no deberías desechar tan a la ligera.
Espero que estos consejos te hayan ayudado, no sólo a ti sino a las personas con las que convives, no obstante, sabes que nos tienes a tu disposición si te surgen dudas. En momentos así, toda ayuda es poca para sobrellevar esta epidemia. Y a ti ¿qué ideas se te ocurren para aliviar la ansiedad?
