El trastorno del lenguaje es un trastorno del neurodesarrollo que afecta a la adquisición y desarrollo del lenguaje, tanto en el área compresiva como la expresiva, alterando de forma significativa la comunicación.

Este trastorno, antes conocido como Trastorno Específico de Lenguaje o TEL, afecta en torno a un 7% de la población infantil y se produce en ausencia de problemas auditivos, neurológicos, intelectuales o retrasos globales del desarrollo y su impacto persiste hasta la edad adulta.

 

¿Cómo detectar un trastornos del lenguaje?

Para hablar de la detección del TDL, es necesario que hagamos referencia al término “hablantes tardíos”.

Un hablante tardío es un niño de entre un año y medio o dos años que produce menos de 10 palabras inteligibles o que entre dos años y dos años y once meses produce menos de 50 palabras y además presenta una ausencia de producción de frases de dos elementos. Cabe destacar que muchos hablantes tardíos evolucionan de forma muy favorable incluso sin ningún tipo de intervención, no obstante, es difícil predecir cuáles de estos niños continuarán teniendo problemas a largo plazo, es por esto que, ante la sospecha, lo mejor es intervenir de forma temprana y realizar seguimientos cada seis meses para ver si su evolución es favorable.

Una vez que los niños tienen unos 4-5 años, se podrá realizar un diagnóstico de TDL si, tras realizar una valoración logopédica:

  • Se evidencian dificultades persistentes relacionadas con el uso y adquisición del lenguaje debido a déficits en la comprensión o la producción.
  • La capacidad del lenguaje está por debajo de lo esperado para su edad.
  • El inicio de los síntomas aparece en etapas tempranas del desarrollo.
  • Las dificultades no se deben a déficits auditivos, motores, intelectuales o globales del desarrollo.

Te dejo el vídeo dónde te explico el trastorno del lenguaje:

 

Indicadores o señales de alarma en un trastorno del lenguaje

A continuación, te explico señales de alarma que tienes que tener en cuenta. Una señal de alarma nos ayuda a que estés atento para detectar de forma temprana un posible trastorno o dificultad específica, pero no es en sí mismo un diagnóstico.

0-6 meses:

  • No realiza sonidos de risa, llanto o quejas.
  • Posee escasas o nulas vocalizaciones.
  • Realiza poco contacto visual.

6-12 meses:

  • Ausencia de balbuceo.
  • No presta atención a los sonidos cuando jugamos con el o le hablamos.
  • No responde a su nombre cuando se le llama.

18-24 meses:

  • No comprende el NO, ni ordenes simples.
  • Ausencia de imitación de gestos, sonidos y palabras.
  • Muestra falta de interés por juegos interactivos simples (cucu-tras)

2 años:

  • Produce menos de 50 palabras y tampoco las combina para formar frases simples de dos elementos.
  • Repite palabras o frases sin sentido.
  • No imita acciones que otros realizan.

3 años:

  • Escasa producción de frases de al menos 3 palabras y cuando habla, no se le entiende.
  • Poca atención o interés por las acciones de los demás.
  • Apego inusual a objetos o juguetes.

4 años:

  • No responde a preguntas sociales.
  • Presenta dificultad para comprender frases largas o complejas.
  • Preferencia por actividades solitarias.

5 años:

  • Tiene dificultad para mantener una conversación.
  • Habla siempre en un mismo tono.
  • Da respuestas no relacionadas con las preguntas que se le hace.

Trastorno del lenguaje

Tipos de Trastornos del lenguaje (TDL):

El TDL se considera un trastorno “heterogéneo” porque nunca vamos a encontrar dos TDL iguales. Esto quiere decir, que los síntomas varían mucho de un niño a otro y no siempre se presentan en la misma forma e intensidad, no obstante, de forma general, podemos clasificarlos en 3 tipos:

  • TDL de tipo expresivo: las dificultades se evidencian en la producción del lenguaje, pero no en la comprensión.
  • TDL de tipo receptivo: las dificultades se manifiestan en la comprensión del lenguaje.
  • TDL mixto: afecta tanto a la expresión como a la comprensión.

 

¿Cómo podemos ajustar nuestro lenguaje para facilitar la comunicación con niños con TDL?

  • Hablar mas despacio y sin romper la entonación.
  • Cuidar nuestra pronunciación, no hace falta gritar ni exagerar demasiado.
  • Ser expresivo y remarcar la entonación en la parte del enunciado que sea más importante o que aporte mas pistas de lo que queremos comunicar.
  • Potenciar la comunicación no verbal con gestos naturales y referencias a un entorno concreto.
  • No dudar en ser repetitivo si pensamos que nuestro niño no nos ha entendido, y si hace falta, reformular nuestro lenguaje utilizando frases mucho más sencillas.

 

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