No te preocupes que este no va a ser el típico artículo tostón en el que te menciono una infinidad de áreas cerebrales y funciones. Como neuropsicóloga, obviamente, me gusta explicarles a los padres qué razón, a nivel anatómico y funcional, hay detrás de los actos que tienen sus hij@s, ya que, muchas veces, con un poco de información conseguimos entender mucho mejor el porqué de las cosas y ser más empáticos.

Hoy vamos a hablar del lóbulo frontal. Pero antes de hablar de él vamos a ponerlo en contexto: la capa más externa de nuestro cerebro se divide en cuatro lóbulos o áreas que no son matemáticas, pero suelen coincidir en todos los seres humanos. Estos lóbulos son el frontal, el temporal, el parietal y el occipital y cada uno tiene una serie de características y funciones diferentes, aunque todos trabajan (como en Ayudarte) como un gran equipo, conjuntamente.

Centrándonos en el lóbulo frontal, es el que se sitúa en la parte de delante de nuestro cerebro, más pegado a la frente, es el más grande y es el último que se ha desarrollado en la evolución y gracias al cual realizamos procesos cognitivos complejos.

¿Cuáles son las funciones del lóbulo frontal?

El lóbulo frontal tiene una gran importancia en muchos procesos que necesitamos realizar en nuestro día para tener una conducta adaptativa y racional. Entre algunas de sus funciones encontramos las siguientes:

• Flexibilidad cognitiva

  Nos permite cambiar de una tarea a otra, adaptarnos a nuevas situaciones, cambiar nuestros patrones de conducta, hacer frente a los imprevistos, etc. Por ejemplo, si teníamos pensado darles para merendar una pieza de fruta pero nuestra pareja se ha comido la última que quedaba deberemos cambiar de plan.

• Planificación

  Gracias al lóbulo frontal sabemos priorizar tareas para realizarlas en un orden concreto y ser eficaces en nuestro día a día, sabemos qué pasos hay que seguir y en qué orden para conseguir un objetivo, etc. Por ejemplo, en la rutina del baño tenemos que quitarnos la ropa, meternos en la bañera, enjabonarnos, aclararnos, secarnos y ponernos el pijama.

• Monitorización

  Imagínate que estas realizando un dibujo, pero de repente te das cuenta de que no va a caberte en el folio. Esa capacidad de observar cómo estoy haciendo las cosas y modificarlas si no lo estoy haciendo de forma adecuada es la monitorización.

• Resolución de problemas

  Ante los inconvenientes que surgen en la vida diaria tenemos que ser capaces de buscar diferentes soluciones para resolverlos. Por ejemplo, si a tu hijo no le dejan un juguete deberá plantearse si se lo roba al otro niño, si se pone a llorar para llamar la atención de un adulto o si se va a jugar con otra cosa.

• Toma de decisiones

  Muy unido con el anterior, una vez hayamos elaborado las siguientes alternativas para solucionar una situación tenemos que ver cuál es la más adecuada y la que tiene menos consecuencias negativas. Siguiendo con el ejemplo anterior, deberá ser capaz de ver que robarlo puede tener consecuencias perjudiciales como un castigo o una riña y que la mejor opción es buscar otro juguete.

• Movimiento

  En la parte frontal de nuestro cuerpo se encuentra la parte del cerebro de decirnos cómo movernos, qué músculos son necesarios y enviar la orden a los mismos. Por ejemplo, qué colocación de labios y lengua tengo que realizar para hacer el sonido “t”.

• Inhibición

  Esta capacidad es de suma importancia para frenar la impulsividad que puede hacer que no tomemos la mejor decisión, es decir, tiene mucho que ver con el autocontrol. Nos ayuda a frenar para tener más éxito en lo que hago. Por ejemplo, si me enfado tengo que inhibir la conducta de pegar porque se que tendrá consecuencias negativas.

• Comportamiento social

  Se refiere a esa capacidad de adaptar mi conducta a la situación social en la que me encuentro. En realidad, es una combinación o resultado de funciones antes mencionadas. Por ejemplo, se que en clase debo mantenerme sentado y sin molestar a mis compañeros, pero en el patio debo interactuar con ellos y moverme.

• Atención y memoria de trabajo

  El lóbulo frontal también se encarga de mantener la atención y evitar las distracciones, así como de retener información un breve periodo de tiempo para poder hacer algo con la misma. Por ejemplo, recordar un número de teléfono el tiempo necesario hasta que lo apuntamos en un papel. Si quieres reforzar esta habilidad, no te pierdas los siguientes artículos que te propongo: Juegos para estimular la concentración en niños a partir 6 de años, juegos low cost para ejercitar la memoria de tu hijo/a o Juegos educativos para mejorar las funciones ejecutivas en niños de 5 en adelante

El lóbulo frontal en la infancia y adolescencia

Hasta los 25 años aproximadamente, nuestro lóbulo frontal no termina de desarrollarse, con lo que no podemos pedirle a los niños o adolescentes la misma capacidad de razonamiento, resolución de problemas, contención o responsabilidad que le podemos pedir a una persona adulta con esta área a pleno rendimiento.

¿Cómo aplicamos esto en la realidad? “Es que si mi hijo me grita claro que le grito porque no tiene que hacerlo”. Tu hijo te grita porque no está siendo capaz de gestionar esa emoción, inhibir el impulso que le produce, valorar las opciones que tiene, buscar soluciones, tomar una decisión adecuada, etc. Con lo cual recuerda, no es que no quiera, si no que muchas veces su cerebro no está igual de preparado que el nuestro y necesita algo de ayuda y guía por tu parte. Puedes facilitarle las cosas ayudándole con esa búsqueda de soluciones, alternativas para liberar el enfado o buscando pros y contras (ayudando que no resolviendo, si no nunca será capaz de hacerlo).

Espero que conociendo un poquito más nuestro cerebro podáis ser capaces de seguir ayudando a vuestros pequeños, ya que siempre seréis el mejor libro del que puedan aprender. Si demostramos empatía, apoyo y les damos esa guía tan necesaria para desarrollarse conseguirán ser adultos responsables, empáticos y autónomos.

Te dejo el vídeo dónde hablamos más detalladamente del tema de la importancia del lóbulo frontal

Si os habéis quedado con alguna duda o queréis saber cualquier cosa más sobre el cerebro, ¡no os quedeis con las ganas! escríbenos un comentario y resolveremos cualquier cosa que necesitéis.