A la hora de acudir al psicólogo me encuentro con muchas barreras y más, si se trata de que sea tu hijo/a el que acuda a visitarme. Por muchos años que hayan pasado, sigue habiendo muchos tabúes, dudas y miedos. Así que en el siguiente artículo voy a ir hablándote de cada uno de los miedos más frecuentes que frenan a la gente a acudir a terapia psicológica. De esta forma, comprenderás que no eres la única persona que le pasa y conocerás algunos de los miedos de ir a terapia.

 

“Mis problemas o los problemas de mis hijos no son tan graves como para acudir a terapia psicológica”.

psicologia-infantil-educativa-removebg-previewSi te produce malestar, es importante. No es primordial si hay un diagnostico detrás o no. Si te lo estás planteando, probablemente es porque lo necesitas. Ir al psicólogo no significa estar una vida entera en él. Hay personas que necesitan unas cuantas sesiones y otras unos meses. Precisamente, ahí radica la gravedad. Siempre pongo el mismo ejemplo: imagina que tuvieras te marearas, vomitaras o te costara respirar ¿no irías al médico para ver de dónde vienen esos síntomas?  A veces esos síntomas se llaman ansiedad o depresión…

Con el resto de problemas pasa lo mismo, la prevención es la clave para que esos problemas no sean tan graves y para tener nociones de cómo ayudar a tu hijo/a. Si te cuesta que tu hijo/a hable sobre cómo se siente, quizás porque incluso a ti como adulto te cuesta… ¿por qué no llevarle para ayudaros? ¿Si tuviera problemas de matemáticas y a ti te costarán, no contratarías a un profesor?

 

“No sé cómo comenzar la conversación cuando a llegue a la consulta, ¿tengo que contarle todo lo malo a un extraño?”

Se trata de que digas hola y algún motivo por el que estás o te preocupa de tu hijo/a. Hay veces que eso dura toda la hora porque hay muchos aspectos de los que llevas años queriendo hablar y te escucho atentamente. El desahogo ayuda, aunque más tarde o en sucesivas sesiones, iré más al grano y nos marcaremos objetivos de intervención. En ayudarte, más que una entrevista estructurada, nos gusta tener una conversación. No obstante, si estás cortado, ya tenemos alguna idea sobre lo que preguntar.

“¿Y si de primeras no me gusta la psicóloga o a mi hijo/a y estoy incómodo/a?”

Enfrentarse a un momento nuevo dónde sabes que vas a vencer los miedos, es incómodo, da miedo, estás triste… Hay niños o adolescentes que a los 5 minutos ya están cómodos y otros tardan más. En ayudarte, desde todos los ámbitos lo hacemos de la siguiente manera:

Primera sesión

papis alegres nuevoAntes de conocernos, siempre hay miedos. El primer día es más bien una primera toma de contacto para saber cómo es el sitio o cómo soy yo. Para algunos es suficiente y vienen encantados sin armaduras puestas. Sin embargo, otros… siguen teniendo dudas. Es normal, en esa primera toma de contacto su familia ha expuesto aquellas conductas o actitudes que no les gustan… a nadie le gusta “ser criticado”. Y aunque tratamos de que no se sientan así… a veces es inevitable.

Segunda sesión

Por eso, el segundo día es tan importante. Ahí estamos solos y le desarmamos por completo. Nosotras siempre procuramos empezar el primer día con un juego para conocernos e intercalamos los sucesivos días actividades y juegos.

Resto de sesiones

Está claro que es fundamental para crear una alianza que haya una conexión. Normalmente, se produce en las 3 primeras sesiones (la primera en la que estamos todos, la segunda es de conocimiento y la tercera profundizamos). Aunque esperamos hasta la 4º sesión porque cada niño, adolescentes o familia es diferente.

Si al consultarlo con la familia, deciden esperar un poco más, respetamos ese deseo y seguimos trabajando. Aunque también te recomiendo que si pasado ese tiempo, no te sientes cómodo o crees que no sigue la filosofía de trabajo que esperabas, lo mejor es que consultes a otro especialista. Tener feeling con la persona que te va a ayudar es el 50% de la terapia.

“¿Y si piensa mal de mí y me juzga cómo madre? ¿o piensa que mi hijo le hemos criado mal?”

mitos y realidades de la psicologiaEs un miedo más frecuente de lo que podemos pensar “¿qué van a pensar de mí los demás?” … Pues sinceramente, un psicólogo como profesional que es, lo que va a pensar son soluciones a los problemas y las dificultades que le planteas. Los psicólogos no nos dedicamos a criticar o nos vamos a asustar porque es un servicio con personas profesionales. Además, como siempre digo, a estas alturas, poco me voy a asustar de lo que me vayas a contar.

A lo largo de mi carrera, he conocido muchas familias con problemáticas similares. Y aunque la gente trata de comparar sus problemas como los del programa “Supernanny” o “hermano mayor”,  lo cierto es que no deberías evaluar tus problemas en función de un programa de televisión. Mi misión es ayudarte y acompañarte para que tanto tú como tu hijo/a sintáis bienestar, no juzgarte.

 

“¿Y si no nos ayuda y hemos perdido el tiempo porque no consigue que mi hijo se abra o no hacemos las tareas que nos dice que hagamos?”

No hay una receta ni unas normas. Siempre digo en el estudio, que el éxito de la terapia se debe a un 50% de mis conocimientos y técnicas y el otro 50% de la voluntad del niño, joven o la familia. Algunas avanzan más rápido y otros más lentos. Pero si en algún momento se estancan, también lo digo. Me gusta ser honesta con las familias que acuden y odio hacer perder el tiempo o perderlo yo.

¿Quieres seguir despejando dudas? Ye propongo mitos sobre el psicólogo que siempre te preguntaste10 preguntas habituales cuando acudes a psicólogos infantiles y  (sin)razones por las que no acudir al psicólogo con tu hijo/a

Y tú ¿Qué miedos tienes? ¿Qué te frena para no acudir a un psicólogo y pedir ayuda? Estaré encantada de leer tus comentarios y contestarte en todos ellos. Tu opinión es importante.

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