Cuando nacemos, buscamos de forma instintiva la seguridad en nuestros progenitores. Ese vínculo se llama apego. Cubrir esa fuerte necesidad de apego nos ayuda a conocer el mundo y relacionarnos con otros de forma adecuada. Es lo que se denomina apego seguro. Sin embargo, dificultades para establecer dicho vínculo nos pueden influir de forma negativa en nuestro desarrollo presente y futuro. Por eso, en el siguiente artículo te hablamos del apego y cómo poder establecer un vínculo seguro con nuestros hijos.
¿Qué es el apego?
J. Bowlby fue el primer en 1988 en definir el apego. La conducta de apego es el vínculo emocional,mostrada por los humanos y otras especies superiores,que desarrolla el niño con sus cuidadores principales y que le proporciona la seguridad necesaria para el desarrollo de la personalidad.
En base a esto, habría dos tipos de apego:
Apego Seguro
La sensación de seguridad se establece porque el niño siente la incondicionalidad de sus padres y crean contextos de seguridad y protección para ellos (no hay que confundir la protección con la sobreprotección). De esa forma,el niño consigue un equilibrio emocional:
Se acepta plenamente y es más seguro de sí mismo.
Cada vez va desarrollando la independencia.
Se considera digno confianza y de recibir amor, porque la persona que le cuida está de forma incondicional en todos los momentos en los que siente miedo u otras emociones que le cuesta gestionar.
Es capaz de reconocer, identificar sus emociones, etiquetarlas, reflexionar y entender el significado y las implicaciones de las emociones (origen,mensaje, validez y aprendizaje) y finalmente ir regulando sus emociones de forma adecuada. Aunque en un primer momento necesitarán la ayuda de sus cuidadores principales para realizar todo ese proceso emocional. Eso, generará que el niño se sienta reconocido y halle una respuesta coherente en el adulto y más adelante lo interiorice él. No obstante, eso no significa que el niño no se frustre o conozca otras emociones como el enfado o el miedoSin embargo, no reprime esas emociones porque sabe que el adulto le ayudará a recuperar su estado de equilibrio.
Mantienen relaciones sociales más saludables y son capaces de pedir ayuda cuando lo necesitan. En un contexto seguro el niño aprende que puede pedir y que es atendido, aunque no siempre recibe una gratificación inmediata.
Apego inseguro
En el lado contrario, estaría el apego inseguro. El apego inseguro es un desequilibrio entre la exploración del ambiente (autonomía) y el apego a los padres (dependencia).Un apego que tiene a su vez 3 tipos de apego:
- ansioso y ambivalente
- evitativo
- desorganizado.
Sin embargo, básicamente los 3 tienen en común dificultades para establecer un vínculo, regular sus emociones y relacionarse adecuadamente (tanto los padres como el hijo) y este tipo de dificultades no sólo se observan en la infancia sino persisten en la edad adulta. De hecho, numerosas investigaciones longitudinales lo confirman. Según Rafael Guerrero, el 40 % de los niños, adolescentes y adultos tienen un apego inseguro y eso les lleva a situaciones de ansiedad.
Recomendaciones para fomentar un apego seguro
Una vez descritas las diferencias entre los dos tipos de apego, te estarás preguntando cómo fomentar en casa ese vínculo con tu hijo/a. Por eso, te ofrezco los siguientes consejos. Es posible que aunque algunos te parezcan evidentes, en muchas ocasiones son cuestiones que veo constantemente en el estudio y que en el día a día olvidamos.
Fomentar apego seguro de bebe
Si nos referimos al primer año de vida, es importante que para fomentar el apego seguro necesitas lo siguiente:
- Respuesta a las necesidades del bebé: Es importante que intentes satisfacer las necesidades de tu hijo de forma afectuosa y no las ignores. Cuando hablamos de necesidades básicas, nos referimos a la alimentación, temperatura corporal, sueño, confort y afecto. El primer año depende por completo de la figura del apego, por eso es fundamental que no creas que por estar a su lado, le estás “consintiendo” o “mimando” y se “acostumbrará”
- Establece rutinas: Los bebés y los niños pequeños se benefician de la previsibilidad. Establecer rutinas diarias y consistentes proporciona un sentido de seguridad. Quizás te parezca que al ser bebé no puedes establecer ninguna rutina, porque muchas veces come a demanda. Sin embargo, ya desde bien pequeño puedes ayudarle a que diferencie el día de la noche. Por ejemplo, contándole un cuento o haciéndole un masaje de noche o en los momentos del día dejándole el ruido y la luz y por la noches con la luz apagada y más silencio.
- Establece un vínculo emocional: Dedica tiempo para conectar emocionalmente con tu bebé. Tanto el bebé como tu necesitaás un tiempo para conoceros. Las sonrisas, el contacto visual y el contacto físico contribuyen a fortalecer el vínculo afectivo. Por ejemplo, en ocasiones, cuando hablamos de contar cuentos a tu bebe, pensamos que el bebé no se entera de si le cuentas o no un cuento, pero muchas investigaciones demuestran que fomentan el vínculo y que tu voz hará que se relaje y a la larga tendrá múltiples beneficios. Te recomiendo los siguientes artículos sobre como establecer el apego seguro a través de la lectura Cuentos para bebés para ir a dormir , cuentos para recien nacidos para ir a dormir o Libros infantiles imprescindibles para bebés de 0 a 3 años para hablar de emociones
- Practica el método piel con piel: Piel con piel significa tener contacto directo entre la piel del bebé y la de los padres. Esto ayuda a regular la temperatura del bebé, promueve la lactancia y fortalece el vínculo afectivo.
- Fomenta la exploración segura: A medida que el bebé crece, permítele explorar su entorno de manera segura. Estar presente y disponible mientras el niño explora le brinda la seguridad de que puede explorar el mundo y volver a ti cuando lo necesite.
Fomentar apego seguro en el desarrollo de tu hijo/a
Si nos referimos a los siguientes años, es importante que recuerdes que para fomentar el apego seguro necesitas:
- Establecer límites de manera afectuosa y clara: Los niños necesitan límites para sentirse seguros. Establece reglas claras y consistentes desde el primer minuto. A medida que vaya creciendo, empezarás a darte cuenta de la necesidad de marcarlas. Por ejemplo, darte la mano antes de cruzar, ir abrochado en el cinturón o no pegar a los demás. Más allá de que sea algo autoritario y malo para el niño/a, está demostrado que ayuda a que el niño comprenda las expectativas y se sienta seguro en su entorno.
- Fomentar la autonomía: A medida que el niño crece, bríndale oportunidades para desarrollar su autonomía. Permitir que tome decisiones pequeñas (aunque se equivoque) y asuma responsabilidades apropiadas para su edad contribuye a un sentido de competencia y autoestima. Por ejemplo, con 1-2 años ya puede ordenar lo que desordena, escoger entre dos modelos de su ropa o ayudarte con algunas tareas sencillas en la cocina. Más adelante, podrá vestirse él solo (aunque se ponga los pantalones del revés etc), No penalices sus intentos por ser independiente y olvida la perfección. Quédate con la intención.
- Comunicación efectiva: Establece una comunicación abierta y afectuosa con tu hijo. Escucha activamente, valida sus sentimientos y fomenta un ambiente donde el niño se sienta cómodo compartiendo sus pensamientos y emociones. En muchas ocasiones, infravaloramos sus sentimientos, por ejemplo cuando se cae: “no es para tanto”, “¿ a qué no ha pasado nada?”, “levántate que estás bien”… En lugar de eso, acércate y pregúntale si se ha hecho daño y si necesita un abrazo.
- Crear momentos especiales: Dedica tiempo de calidad para estar con tu hijo. Ya sea a través de juegos, lecturas o actividades compartidas, estos momentos especiales refuerzan el vínculo afectivo. Entiendo que cuando se habla de tiempo de calidad, podemos pensar que hablamos de 1-2 horas, pero no es un tiempo determinado, sino más bien que en el momento que puedas pasar, ya sea 5 o 30 minutos sea tiempo que dedicas 100% y no hay móviles ni otras distracciones de por medio.
Recuerda que cada niño es único, y es importante adaptar estos consejos a las necesidades individuales de tu hijo, pero también a las tuyas propias. El apego seguro se construye a lo largo del tiempo con amor, paciencia y consistencia. Intenta controlar tus emociones , tus cambios de humor y también los comentarios en los que puede sentirse rechazado porque tú te sientes desbordado/a.
Si quieres saber más sobre cómo fomentar el apego seguro, te recomiendo nuestro taller online bebés felices, niños felices.
¿Tienes dudas para fomentar el apego seguro en casa? Te leo en comentarios 😉