Las personas buscamos tener relaciones para experimentar la posibilidad de sentirse amado, protegido, querido, visto y cuidado; pretendemos crear una base segura sostenida sobre la conexión y la protección.
No obstante, en ocasiones fallamos en ser esa base segura dejando de estar ahí para el otro y desconectándonos de nuestra relación de pareja.
Analizando esta situación que se da en las relaciones surge el concepto de la burbuja de pareja.
¿Qué es la burbuja de la pareja?
La burbuja de la pareja es un término acuñado por el psicólogo Stan Atkins.
La burbuja de la pareja hace referencia a esa base segura gracias a la cual se afianzan relaciones. Está relacionada con la convivencia, la relación y la comunicación y se sustenta sobre los acuerdos y el compromiso.
Stan Tatkins expone en su libro Conectados para el amor, las características que deberían darse en las relaciones para poder “crear” esta burbuja constituyendo una base de seguridad para la relación.
Una de las ideas fundamentales es que todos los miembros de la relación deben trabajar en cuidar el bienestar de la pareja.
¿Cómo cuidar la burbuja de la pareja?
Afirmaciones como “no te importo”, “nunca piensas en mi”, “siempre estoy en el último lugar”, “no me tienes en cuenta”, etc. serían indicadores claros que algo está fallando en el clima de la burbuja. Si esta situación se mantiene en el tiempo, es imperativo ser conscientes de cómo ello está afectando a la relación y trabajar en remediarlo.
Atendiendo a esta idea de relación, dentro de una pareja tan importante es la individualidad de la persona como el cuidado mutuo, es decir, seguir siendo uno mismo dentro de una relación se complementa con pensar y atender en las necesidades del otro.
Tatkin afirma que las relaciones que viven en el “tú haces lo tuyo, yo hago lo mío” no reflejan una independencia real, si no un temor a la dependencia.
La burbuja de pareja debe representar un ambiente de intimidad que garantice confianza, certeza y seguridad basada en ideas como “No te voy a dejar”, “cuando sientas angustia o te sientas en peligro, trataré de aliviarte”, “nuestra relación es más importante que nuestro deseo de tener la razón, que tu apariencia, tu rendimiento, lo que otras personas piensan o quieran…”, etc.
Estas afirmaciones ayudan a excluir la incertidumbre y aportar evidencias y seguridad. Es responsabilidad de ambas partes de crear esta burbuja, así como de mantenerla y repararla cuando sea necesario, sin esperara que la otra parte de la pareja lo haga primero.
Principios básicos de la burbuja de pareja
1-El “yo primero” no funciona
Pensar en que es la otra persona quien dé el primer paso no está contemplado. La construcción de la burbuja parte de la premisa de que cada uno debe dar lo mejor de sí mismo para aportar este clima de seguridad y cuidado.
2- La seguridad en la pareja
La comunicación en la relación es fundamental para cubrir las necesidades del otro y que la relación funcione. Los miedos, las inseguridades y las experiencias previas entrarían en esta parte.
La posibilidad de verbalizarlas y compartirlas para que cada integrante de la pareja pueda comprender y brindar las necesidades al otro.
3- No romper la burbuja de pareja
Es indispensable tener en cuenta a la otra persona, hacerla sentir importante, ofrecerle tiempo de calidad…contribuyendo a la creación de esa seguridad necesaria para construir la base de confianza.
Recriminaciones como “no me tienes en cuenta”, “prefieres estar con tus amigos” etc. deben ponernos en alerta, ya que son indicadores de que la estabilidad de la burbuja está comprometida. En estos casos es necesario analizar qué está yendo mal y explorar soluciones.
4- Proteger la burbuja de pareja
La burbuja de pareja debe ser entendida como un espacio de seguridad y protección. En este espacio se tiene la garantía de que puedes contar con la otra persona, es un espacio en el que das y también recibes.
Mantener la burbuja es la prioridad para ambos y supone estar en los momentos difíciles, trabajar la escucha activa y la buena comunicación.
Stan Tatkin aclara que esto no significa que las parejas tengan que volverse codependientes, sino lo contrario. Una relación sana que funciona en una burbuja busca la cercanía y la independencia simultáneamente, se concibe como una espacio en el que protegerse y crecer.
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