¿Olvidas dónde has dejado las llaves o las gafas? ¿dónde tienes aparcado el coche? ¿olvidas citas o tareas si no las has apuntado? ¿te cuesta recordar el nombre de las personas que te acaban de presentar? ¿entras en un cuarto y te cuesta recordar qué habías ido a buscar? ¿necesitas que te repitan las cosas? ¿miras el móvil para ver qué hora es y en cuanto lo guardas ya no te acuerdas?

Estos son algunos de los lapsus de memoria más frecuentes, aunque no afectan a nuestra capacidad para desenvolvernos en las distintas facetas de nuestra vida, a menudo nos preocupa que puedan ser síntomas de una demencia incipiente o de algún otro daño cognitivo, porque parece que cada vez tenemos más despistes y desde más jóvenes.

¿Qué factores favorecen problemas de memoria?

Por este motivo hoy vamos a intentar aclarar cuando estos lapsus son simples fallos de funcionamiento manejables o señales de alerta de algo más grave.

Para empezar, debemos tener en cuenta que el máximo rendimiento de nuestro organismo, incluidas las funciones cognitivas como la memoria, se alcanza en la década de los 20 años, a partir de entonces comienza un descenso paulatino, por lo tanto es natural que encontremos ciertas dificultades bastante antes de llegar a lo que llamamos 3ª edad.

Habitualmente es en torno a los 45-50 años cuando se empiezan a observar despistes más evidentes, sin embargo, hay varios factores relacionados con las emociones y el estilo de vida que pueden acentuar o adelantar estos fallos de la memoria.

  • El consumo de tabaco o de alcohol,
  • Algunos medicamentos,
  • Alimentación muy grasa
  • No dormir o descansar lo suficiente
  • El sedentarismo o un entorno poco estimulante también puede provocar deterioro de nuestra memoria.

A menudo, lo que parece un problema de memoria se debe a una falta de atención, porque lo que no se atiende, no se recuerda.¿Tu hijo sufre déficit de atención (TDAH) o simplemente es inquieto?TDAH en adultos

Nuestro estilo de vida acelerado, el estrés, la cantidad de tareas y estímulos que gestionamos mentalmente a la vez hacen que que los recursos atencionales que dedicamos a cada cosa sea mínimo y por lo tanto se dificulta tanto la memorización como el acceso al recuerdo.

Los problemas emocionales como la depresión, la ansiedad, atravesar momentos de estrés elevado, estar muy preocupados por problemas personales, familiares, laborales… también tienen un gran impacto sobre nuestra memoria.

¿Cuales son las señales de alerta para que falle la memoria?

Estos factores explican los lapsus de memoria que comentábamos al principio, que en mayor o menor medida todos experimentamos y que son más irritantes que graves. Entonces, ¿cuáles son las señales de alerta por las que sí debemos preocuparnos?

fallos en la memoria

    • Cambios significativos y repentinos en el carácter,
    • Cambios en el estado de ánimo o el comportamiento
    • Problemas en el autocuidado, no alimentarse o asearse de manera adecuada, comportarse de manera insegura.
    • Desorientarse o perderse en entornos conocidos
    • Necesitar hacer las mismas preguntas una y otra vez
    • Dificultad para seguir instrucciones
    • Olvidar qué día es, la hora, la estación del año, sin poder recordarlo con facilidad
    • Perder cosas sin conseguir averiguar dónde las dejamos
    • Frecuente e importante dificultad para denominar cosas o personas, o hacerlo con palabras erróneas sin ser consciente del la equivocación
    • Problemas para seguir una conversación

Ante estos síntomas, es muy importante acudir al médico, consultar con un especialista de la Neuropsicología para poder hacer una valoración de las dificultades, saber qué está pasando y poder recibir el tratamiento más adecuado.

No obstante, si tienes dudas o problemas de memoria, pregúntanos sin compromiso ¿cuales son tus problemas de memoria más habituales?

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