¿Cuándo es la edad perfecta para empezar a estudiar? ¿en primaria no es muy pequeño? ¿en secundaria tendrá tiempo para estudiarlo con todas las extraescolares que tienes? ¿es preciso que fracase para que aprenda? En este artículo no te preocupes porque vamos a responderte a esa y a otras preguntas que te plantees y si vives en Gijón, además te vamos a descubrir un taller que quizás no conozcas.
Cada curso tiene unos objetivos, pero no cabe duda que lo ideal sería que tu hijo se iniciara en primaria, alrededor de 5º-6º de primaria. De esa forma, podría comenzar a trabajar diferentes aspectos relacionados con las técnicas de estudio: atención, esfuerzo, familiarizarse con la relación de conceptos (hay razonamientos que se basan en comprender los anteriores), aprender a clasificar y jerarquizar conceptos, organización…
Todas esas habilidades que parecen sencillas, en realidad pueden llegar a resultar bastante complejas y son la base de las técnicas de estudio futuras. Sin embargo, me doy cuenta que aparecen varios problemas en primaria:
- Dificultad lectora: El inicio de la lectoescritura marca un antes y un después en la relación que tienes con él. Quinto y sexto de primaria empiezan a tener una mayor exigencia lectora y si tu hijo no está acostumbrado a leer de forma frecuente, nunca será un lector experto. Como consecuencia, tu empezarás a traducirle las lecciones a un vocabulario más básico que logre comprender. Sin embargo, no sólo se basa en que comprenda la lección, sino que la estudie. Así que como no adquiriere ese vocabulario más complejo, acabará memorizándolo, aunque no tenga ningún sentido para él.
- Relación de dependencia en la que tú acabas estudiando con tu hijo de forma diaria: Acostumbrado a querer ayudar a tu hijo y responderle las dudas que tiene, comienzas a estudiar con él para que aproveche más el tiempo y realizar los deberes no le lleven toda la tarde, tú eres ese pepito grillo, la voz de su conciencia que lo mismo le ayuda a concentrarse que le hace esquemas si no comprende la lección. Tu hijo en ese primer momento está encantado, porque le simplificas la tarea. No olvides que es una etapa en el que se respeta al profesor, no quieres que te pongan en evidencia delante de la clase y buscas la aprobación del adulto. El problema es que sólo por observación, muchos no aprenden a controlar por ellos mismos sus impulsos o hacer esquemas. Para eso, tendrían que meterse en tu cabeza porque para ti resumir información es sencillo, llevas años sintetizando y extrayendo la idea principal. Así que al final se crea una relación de dependencia en la que no sabes cómo ni cuándo “salir” de ella.
- Falta de confianza en sí mismo: No es la primera ni la última vez que debo “romper” esa relación académica de dependencia que más que ayuda, dificulta el buen desarrollo académico. Porque cuando tu hijo depende de ti, indirectamente le dices: “hijo, yo lo hago mejor que tú, déjame que te salve “y “juntos podemos superar este reto”. Si quieres ayudarle, necesitas enseñarle a utilizar las herramientas para que supere su reto, el tuyo lo superaste hace tiempo. Si tu hijo no puede superarlo, hay que analizar qué sucede: leer más, dificultades de aprendizaje, distracciones, le cuesta esforzarse… Sin embargo, esas decisiones se van dilatando en el tiempo. Secundaria es el momento cumbre en el cual consideras que ya has ayudado a tu hijo suficiente y tratas de hacer el primer intento para que “vuele” solo o es tu propio hijo el que quiere independizarse de ti. En cualquier caso, surge el primer problema entre vosotros porque una de las partes se siente dolida o no se siente preparada para dar ese paso.
- Desmotivación: El siguiente problema es que sin tu ayuda empieza a sacar malas notas y tú vuelves al rescate, pero ¿hasta cuándo vas a hacerlo? Pues llega un día en el que decides que alguien le enseñe las técnicas de estudio que tú no sabes o no le has conseguido transmitir porque la relación entre vosotros se hace insostenible o te ves incapaz de seguir el ritmo de la clase porque son conceptos complejos que hace mucho tiempo que diste y no consigues ponerte al día. Así que, en muchas ocasiones, las técnicas de estudio se trabajan a partir de secundaria y quizás en ese momento, los estudiantes tienen otras demandas y ya están más desencantados porque empiezan a ver cómo sus calificaciones bajan y están acostumbrados a sacar buenas notas. Le acostumbraste a desarrollar todo su potencial y ahora sienten que el reto que tienen por delante es demasiado complejo y se frustran. Necesitan soluciones rápidas si no quieren perder el curso. Por eso, es tan importante que empiecen en primaria y se prevenga esa desmotivación que surge en secundaria.
Actualmente imparto un taller llamado aprender a aprender en el ayuntamiento de Gijón para estudiantes opositores y universitarios y para chicos y chicas de secundaria. Sobre todo estos últimos, me han dado mucho en que pensar sus respuestas y también el perfil tan diferente que son un ciclo de secundaria y otro. En los talleres, este año como novedad hemos decidido hacer nueve sesiones para que se apunten en bloque (y no a cada taller individual como venía siendo habitual) y dividir en dos grupos a los chicos en base de los ciclos que están cursando (1º ciclo de secundaria son chicos y chicas entre 12-14 años y el 2º ciclo es entre 14-16 años) y la verdad es que ha sido todo un acierto porque los perfiles no podrían ser más dispares entre un ciclo y otro.
1º ciclo de secundaria: Los chicos y chicas son más niños cercanos a la primaria que un perfil de secundaria. Siguen confiando demasiado en memorizar leyendo y releyendo la lección, se distraen con facilidad y están aterrizando en secundaria. Algunos estudian bajo la supervisión de sus padres y son los padres los que hacen de secretarios recordándoles los exámenes o ayudándoles como venían haciéndolo en primaria. Si quiero que este grupo me escuche, tiene que ser lo más lúdico posible, ya que su atención es de 5 minutos como máximo. Su objetivo es venir a socializary no ven que necesiten ninguna técnica de estudio. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Las áreas que necesitan mejorar son:
- Su comprensión porque es baja, por eso es importante iniciarlos con textos cortos.
- Les cuesta encontrar la idea fundamental de un texto.
- Son lentos trabajando
- Inseguros: necesitan mi aprobación constante o de lo contrario cuando no saben hacer un ejercicio, llaman la atención.
- Aprender a organizar los cuadernos y cómo realizar trabajos individuales y/o en grupo.
Acuden al taller más por una imposición de sus padres que porque ellos vean una necesidad real, aunque lo curioso es que cuando les digo en que puedo ayudarles, ellos me responden que necesitan que les ayude a concentrarse.
2º ciclo de secundaria: Son estudiantes en plena adolescencia que quieren su autonomía en los estudios. Son plenamente conscientes de dónde están y el reto que supone secundaria y empiezan a ver las dificultades de mantener un buen rendimiento académico. Sin la ayuda de sus padres, muchos se dan cuenta de que están perdidos y que la memorización no es una técnica útil. Este grupo no necesita tantos juegos, quieren ir al grano y se toman en serio las pautas que doy. No vienen los que están sacando malas notas, sino los que no quieren llegar a sacarlas. Curiosamente, los alumnos que acuden obtienen buenas calificaciones. Mis objetivos con ellos son:
- Analizar qué fallan durante el estudio.
- Enseñarles técnicas de estudio como el subrayado, esquemas, resúmenes, técnicas nemotécnicas…
- Conocer diferentes herramientas de organización, no sólo de lápiz y papel, sino de aplicaciones que pueden ayudarles.
- Motivación: aunque parezca que es la recta final y que deberían estar motivados. Es todo lo contrario, ese último esfuerzo es el que más les cuesta y si se esfuerzan y no ven los resultados que desean, optan por tirar la toalla.
Así que, si te guías por todo lo que he dicho, probablemente escojas 3-4º de secundaria para enseñar a tu hijo técnicas de estudio porque es en ese momento cuando verdaderamente lo necesitan la mayoría de estudiantes. No obstante, el momento perfecto sería prevenir que lleguen a ese ciclo sin saber técnicas de estudio. Y tú ¿cuándo consideras que es el mejor momento? ¿te sientes preparado para que sea más autónomo?
