¿Tengo yo la culpa de las dificultades de mi hijo?
Qué fácil sería si los niños vinieran con un libro de instrucciones. Qué fácil sería ya que de este modo no nos veríamos en la disyuntiva de experimentar, intentar, probar, acertar, reintentar, equivocarnos…
A menudo cuando los niños presentan determinadas dificultades los padres sentimos sobre nuestras cabezas el devastador sentimiento de culpa.
Preguntas como ¿lo estaré haciendo bien? ¿Me habré equivocado?
¿Estaré siendo demasiado permisiva/estricto? ¿Estaré lo suficientemente presente en la vida de mi hijo/a? ¿Debería haberle estimulado más? ¿Estará sobre estimulado? ¿Le estaré exigiendo demasiado o demasiado poco? e infinidad de cuestiones que ponen en tela de juicio nuestra labor como padres y madres.
Es normal e incluso saludable que nos surjan preguntas que nos inviten a analizar y evaluar nuestra manera de educar, este hecho contribuye a nuestra autovaloración y nos ayuda a analizar de manera más objetiva e incluso a introducir cambios. Los inconvenientes surgen cuando esta valoración no está destinada a avanzar y mejorar sino a enjuiciarnos y condenarnos.
La culpa, como todos los sentimientos tiene una función, en este caso nos ayuda a actuar conforme a nuestros valores y expectativas, contribuye a la empatía y nos conecta con el daño ajeno, nos avisa cuando nuestros comportamientos no están en concordancia con nuestra ética interna.
La culpa es muy útil cuando funciona como alarma, cuando nos avisa de que estamos “haciendo algo” que dista de lo que consideramos adecuado, cuando nos invita a REVISAR lo que está pasando. El problema aparece cuando no es una invitación a revisar, aprender modificar; sino a entorpecer y limitar. Cuando no tiene una finalidad reparadora sino enjuiciadora.
Crianza y culpa
El proceso de crianza supone quizás el mayor desafío en la vida de los padres y madres. Las acciones y las decisiones tomadas a este respecto tienen una repercusión en la evolución de nuestros hijos.
Ser padres supone ser ejemplos, ser modelos, ser espejos y es ahí donde recae el gran desafío de la crianza.
Deshecha la culpa, atiende a tu responsabilidad.
Tips liberadores de la culpa en padres y madres en la crianza
1-Ocúpate en vez de preocuparte
El sentimiento de culpa es algo normal y va a aparecer en determinados momentos, es importante analizar en qué situaciones ocurre. Se puede cambiar el sentimiento de culpa por la responsabilidad de hacer algo diferente en determinadas situaciones.