La respiración es la base de nuestra existencia, probablemente la función más elemental, que determina y condiciona aspectos psicofísicos mucho más amplios de lo que podríamos creer, hasta el punto de poder afirmar que según sea la calidad de nuestra respiración, así será la calidad de nuestra vida. Por eso, hoy te hablamos de la importancia de la respiración diafrágmatica.
¿Qué es la respiración?
La respiración se produce de forma autónoma, es decir, no requiere que nuestra voluntad participe, no necesitamos decidir respirar para hacerlo. Por este motivo no pensamos en ella, la damos por hecho y si bien es cierto que la respiración va a ocurrir le prestemos atención o no, esto no quiere decir que vaya a ser la más saludable o beneficiosa para nosotros.
Hay múltiples factores que pueden hacer que la calidad de nuestra respiración sea deficiente, enfermedades del sistema respiratorio, aspectos ambientales como la contaminación, pero en los últimos años destacan las causas emocionales y de estilo de vida.
Existe una relación muy estrecha entre la respiración y nuestro funcionamiento mental y emocional. Cuando estamos estresados, atravesamos una situación de inestabilidad emocional, no nos sentimos bien con nosotros mismos, se producen cambios fisiológicos, aumenta el ritmo cardíaco, la presión arterial, la tensión muscular, entre otros, y además la respiración se vuelve acelerada, superficial, se sitúa en una zona más alta del pecho, incluso podemos notarla en las clavículas, aumentando la sensación de malestar y angustia.
La buena noticia es que se trata de una carretera de doble sentido, del mismo modo que nuestro estado psicológico varía la forma en que respiramos, también a través del control respiratorio podemos autorregular nuestras emociones.
Respiración diafrágmatica, una técnica para mejorar la ansiedad
Múltiples estudios demuestran que controlar la respiración mediante una serie de técnicas reduce la presión arterial, incrementa la concentración, la sensación de vitalidad, ayuda a aliviar los síntomas de ansiedad y depresión, mejora la calidad del sueño y el manejo del dolor.
Por este motivo hoy voy a explicaros una de las técnicas respiratorias más beneficiosas y sencillas, la respiración abdominal o diafragmática:
Es aconsejable empezar a practicar esta respiración tumbados boca arriba sobre una superficie, ya que esta postura favorece la relajación y facilita el proceso respiratorio, podemos cerrar los ojos para aumentar la concentración, aunque no es imprescindible. Colocamos ambas manos sobre el ombligo o una sobre el ombligo y la otra sobre la parte alta del pecho, inhalamos por la nariz y notamos como el abdomen sube, exhalamos despacio también por la nariz y el abdomen baja, como si tratásemos de hinchar y deshinchar un globo situado en la tripa. La mano que está sobre el abdomen debería moverse más arriba y abajo que la que está sobre el pecho. Al principio es mejor hacer hacer pocos ciclos de tres o cinco respiraciones para ir aumentando progresivamente tanto las series como el número de respiraciones por serie y cuando se tiene más práctica, se puede tratar de alargar un poco la inhalación y especialmente la salida del aire para favorecer un mejor vaciado de los pulmones.
La clave de las ventajas de esta respiración está en el diafragma (membrana muscular que separa la base de los pulmones de las vísceras abdominales), que desciende durante la inhalación, permitiendo que el aire llegue a todas las partes de los pulmones además.
En conclusión, la respiración profunda es una herramienta poderosa y accesible para todos. Nos permite reconectar con nuestro cuerpo, reducir el estrés y mejorar nuestro bienestar general. Al incorporar esta práctica en nuestra rutina diaria, podemos experimentar una mayor claridad mental, una mayor paz interior y un mejor manejo de las emociones. Si quieres ampliar información sobre la respiración diafrágmatica, te recomendamos Cómo hacer respiraciones profundas con niños y ¿Qué beneficios nos ofrece el mindfulness?
Te animo a que reserves unos minutos cada día para respirar profundamente y si tienes alguna duda, nos consultes. Y recuerda: con cada inhalación de respiración diafrágmatica, regálate un momento de calma y renovación vital. ¡Tu cuerpo y mente te lo agradecerán!