La educación emocional no es un concepto nuevo, sin embargo la relevancia que está adquiriendo en los últimos años en los hogares de todo el mundo sí. Gran parte, gracias a psicólogos como Daniel Goleman y su teoría sobre la inteligencia emocional y libros como “El monstruo de colores” o películas como “Del revés”.

 Cada vez más padres acuden a las librerías y bibliotecas en busca de libros para sus hijos que hablen de emociones, aunque también acaba siendo para ellos mismos. Hace 3 años, surgieron los llamados diccionarios emocionales que tratan de cubrir esa demanda por parte de los padres. Utilizarlos parece sencillo, pero nada más lejos de la realidad. Por eso, te ofrezco estos sencillos consejos para iniciar tu educación emocional en casa y que aciertes cuando escojas los libros para trabajar las emociones con tu hijo:

1. Adáptalo a su edad: Puede que tu hijo tenga unos meses y ya quieras empezar a enseñarle todas las emociones. Sin embargo, empieza nombrándolo tú para que en algún momento pueda decirlo él. En el caso de los diccionarios o los cuentos empieza hablando de las ilustraciones y de lo que os sugieren si es algo alegre o triste. Si te pregunta más, hablar de situaciones donde experimentéis esa emoción, ya que inicialmente no necesita una definición de libro.

2. Empieza por las emociones básicas y vete aumentando poco a poco. No se trata de que sepa los 42 estados emocionales o más que pueden existir, sino que los vaya integrando poco a poco en función de cómo fue experimentándolo en su momento. Empieza por la alegría y la tristeza. Cuando haya entendido bien estas dos puedes continuar con la ira, y por último el miedo.

3. Amplía las emociones en función de sus necesidades: Las emociones no se trabajan en un momento determinado. Del mismo modo que en el colegio no te enseñan las multiplicaciones cuando te ven entrar por la puerta. Primero se deben nombrar cuando creas que pueda estar experimentando esa emoción, luego expresarla y luego aprender a gestionarla. A veces, con esas 5 emociones no son suficientes. Por eso, no tengas miedo en ampliar con otras emociones: celos, orgullo, frustración, ansiedad (o como se lo explicamos a los más peques: nervios) y envidia.

4. Compleméntalo con cuentos ilustrados o vídeos. Hay muchos libros tanto para niños como para adolescentes que van a ayudar a tu hijo a complementar esa definición con un ejemplo más real. Una película que le va a poder ayudar mucho es Del Revés, que ya la citamos al principio y que en el enlace te explicamos cómo sacarle más partido. Si es muy pequeño se quedará sólo con los personajes (que ya es bastante) y no mucho en los matices, pero es un comienzo. Muchos niños del estudio empiezan así y acaban viéndola sin parar porque cada vez la comprenden mucho mejor las funciones que tiene cada emoción.

  Si estás en Gijón, te recomiendo que vayas a los talleres que se celebrarán el sábado a las 17.00 en el Nido organizado por Acompañando dónde tendré el placer de participar con el Taller Juegos para toda la familia donde descubrirás juegos y propuestas diferentes y creativas para que toda la familia participe. Se acabó que los peques de la casa vayan por un lado y los mayores por el otro. El precio del taller son 10€ y la duración será de 1 hora pero la diversión estará más que asegurada. Puedes inscribirte en hola@acompanando.es   Ahora es tu turno, estamos impacientes por ver vuestros comentarios acerca del tema. ¿Crees que la educación emocional es importante? Y lo más importante ¿cómo lo fomentas en casa? ¿crees que en los colegios debería estimularse más esta faceta emocional y de qué modo?]]>