Durante años, la ansiedad y la depresión han sido patologías reservadas a los adultos. ¿Cómo un niño iba a sufrir ataques de ansiedad o no ser feliz? Sin embargo, desafortunadamente, tanto la ansiedad como la depresión son los trastornos más comunes que vemos en Ayudarte.
Un niño/a que presenta este tipo de problemas emocionales en su infancia, puede tener un impacto muy negativo en su edad adulta y llegar a desarrollar otras patologías mentales más severas. Por eso, en los últimos años, las investigaciones se centran tanto en aspectos emocionales en la infancia.
Diferencias entre ansiedad y depresión
En muchos casos, es confuso para las familias saber si lo que su hijo sufre es ansiedad, depresión o simplemente nervios o tristeza. Para distinguir entre síntomas de depresión y tristeza infantil te recomendamos que leas nuestro artículo.
Probablemente, en el caso de la ansiedad y la depresión el diagnóstico es complejo porque los niños no experimentan exactamente los mismos síntomas que en los adultos o no lo exteriorizan de la misma forma. Además, la ansiedad y la depresión están íntimamente relacionados. En el estudio “Comorbidity patterns of anxiety and depressive disorders in a large cohort study: the Netherlands Study of Depression and Anxiety (NESDA)” realizado por Lamers y sus investigadores encontraron que en el 57% de los casos de los niños y niñas, la ansiedad precedió a la depresión. Así que a continuación, vamos a hablar de las diferencias para que sepas reconocer y comprender mejor tanto la ansiedad como la depresión.
Emociones y causas
En la ansiedad predomina la preocupación y el miedo por lo que va a ocurrir, ya que lo vemos como una amenaza y eso hace que nuestro organismo está alerta. Es un miedo a “volverse loco” y perder el control.Por ejemplo, tu hijo sabe que va a llegar un examen y tiene miedo a suspender.
En la depresión te invade una sensación de tristeza provocado por la pérdida o un fallo de algo en tu vida. Por ejemplo, suspender un examen en el que te has esforzado.
El momento en que te centras
La ansiedad hace referencia al futuro, a los ¿y si…?… y las probabilidades de que sucedan consecuencias desagradables. Por ejemplo, tener un ataque de ansiedad en un partido de futbol en una competición y anticipar que cada vez que haya una competición, va a suceder.
En cambio, en la depresión nos refugiamos en el pasado y nos centramos en aquellas partes que podríamos haber hecho para que el final hubiera sido distinto y eso te impide disfrutar del presente y planear el futuro. Por ejemplo, recordar y repasar las jugadas del partido y pensar qué habría podido hacer para haber ganado.
Síntomas
En ambos casos, se pueden llegar a desarrollar algunos síntomas parecidos como poco o excesivo apetito, alteraciones en el sueño (no puede dormir o duerme todo el tiempo), falta de concentración o de memoria, dificultad para tomar decisiones, fatiga o pérdida de energía y disminución en su rendimiento académico. Además, los factores estresantes están relacionados con la depresión y la ansiedad.
En la ansiedad los síntomas son más físicos y se preocupan por su salud física porque se quejan de dolores (dolores de cabeza, en la tripa…), hay una mayor tensión muscular (algunos van a fisioterapeutas por las contracturas que tienen), palpitaciones, sudoración, sensación de ahogo, náuseas, mareos, escalofríos…
En cambio, en la depresión los síntomas son más emocionales: hay más baja autoestima, valoración negativa de sí mismos, falta de confianza acompañado de sentimientos de desesperanza. Además, dejan de participar en actividades y se aíslan. Por tanto, no juegan con los demás o no tienen muchos amigos.
Variaciones en el día
En la ansiedad no suelen haber variaciones, se intensifica cuando llega el momento de enfrentarse a una situación que se percibe como amenazante.
En la depresión, sí que existen diferentes variaciones durante el día.
¿Conoces alguna diferencia más entre la ansiedad y la depresión? ¿te han quedado dudas o te gustaría compartir tu experiencia? Te leo en comentarios