Querer estar todo el rato a tu lado se denomina apego excesivo o mamitis / papitis. Normalmente hay etapas en la vida de un niño que son más sensibles que se produzcan: alrededor de los 12- 24 meses, cuando empieza la guardería, la llegada de un nuevo hermano, si está enfermo… Sin embargo, antes de hacer nada debes preguntarte si alguna de las razones que he citado crees que pueden ser las causas de esa mamitis/papitis o sin embargo ya está siendo algo que se prolonga mucho en el tiempo y crees que puede ser ansiedad por separación (en cuyo caso necesitas la ayuda de un especialista). Si pertenece al primer grupo, a continuación vamos a darte unas sencillas tips para ayudarte a superarlo:

1. Ponte en su lugar: Averigua qué es lo que le pasa y trata de solucionarlo o sino transmítele seguridad. Si tu hijo quiere pasar tiempo contigo es porque necesita tu afecto y tú cariño. Está explorando el mundo y le aterra estar solo. Hay niños que se sienten más seguros y otros que te necesitan todo el rato. Muchos padres ante la incapacidad de ver a sus hijos sufrir, prefieren ni despedirse de ellos y en este caso te aconsejo que te despidas pero lo más importante es que él te vea tranquila cuando vas a algún sitio y te separas de él, de esa forma conseguirás que no se angustie tanto y no se altere más de la cuenta. Y además puedas permitir a otras figuras como sus abuelos o el

 

2. Paciencia. Superar el problema será proporcional a la severidad y al tiempo en que hayas detectado que la sufre. A pesar de que hay etapas del desarrollo o  situaciones (como cuando empiezan a ir al cole o la guarde) que es común que necesite estar más contigo, debes recordar que pasado un tiempo prudencial tú también debes hacer intentos porque esa dependencia no continúe y conseguir un equilibrio entre el cariño y la firmeza.

 

3. Acostumbraros a estar el uno sin el otro durante un tiempo corto: Puede que a tu hijo le vaya a costar pero sin duda a ti también. Por eso es importante ir separándoos poco a poco de forma gradual. Empieza por 5 minutos y vete aumentando cuando veas que lo va superando.

 

4. Dale responsabilidades: Si depende totalmente de ti, será más complicado que tenga confianza en sí mismo. Así que si tiene adquirida una habilidad o hace alguna tarea, ¿por qué sigues partiéndole la carne o dándole de comer? Es importante que si tiene interés por hacer algo aunque no la domine muy bien o tarde más, le dejes que haga sus intentos para que pueda llegar a ser más autónomo como vestirse solo o coger las galletas para su desayuno o la merienda. Seguramente tú lo vas a hacer mejor y más rápido que él, pero la única diferencia entre él y tú es la práctica y aunque cueste que deje de ser “tu pequeño”, conseguir que haga cosas por sí mismo y no te necesite, le aportará confianza y conseguirás que el día de mañana no sea un niño caprichoso, dependiente en los estudios o un “mandón”.

  Y ahora, me encantaría saber tu opinión, ¿crees que la mamitis es buena o mala? ¿cómo la manejas? ¿Qué le dirías a otros padres o madres que estuvieran en esa situación? ¡Anímate a dejarme un comentario más abajo!]]>