El síndrome de burnout o “estar quemado”, es el agotamiento físico, mental y emocional que se produce como respuesta al estrés laboral crónico, que acaba repercutiendo en la vida personal, social y familiar de la persona, pudiendo tener consecuencias nocivas muy graves.
Algunas estadísticas estiman que puede estar afectando, al menos, al 70% de los trabajadores.
Hoy en día se considera más un proceso que un estado, con distintas fases de evolución en las que los síntomas van de de más leves a más graves:
- Cansancio patológico
- Dificultad para levantarse de la cama
- Cefaleas, dolores musculares, desórdenes gastrointestinales
- Irritabilidad
- Falta de atención y concentración
- Cinismo respecto al trabajo
- Distanciamiento afectivo de tareas y compañeros
- Apatía
- Frustración y sentimiento de impotencia
- Insomnio
- Baja autoestima
- Absentismo
- En los casos graves, puede aparecer abuso de alcohol, fármacos y otras sustancias
- La angustia y la depresión pueden llevar a ideas de suicidio
¿Qué es el Burnout?
Desde 2019, la OMS lo reconoce como enfermedad laboral y en 2022 lo incluye en el manual diagnóstico CIE-11.
El término Burnout aparece por primera vez en la década de los 70 y se relaciona con características individuales de los trabajadores, que los hacían más propensos a sufrirlo y también se limita a profesiones de prestación de servicios y atención al público, principalmente, sanitarios, educadores y fuerzas de seguridad.
Actualmente, se sabe que trabajadores de cualquier sector pueden padecer este síndrome, aunque hay factores individuales que favorecen su aparición, tienen mucho peso otros aspectos que tienen que ver con la organización de las empresas y el ambiente laboral.
Factores individuales que influyen en el desarrollo del Burnout
Los factores individuales, que abarcan características personales, estilos de afrontamiento, y antecedentes personales y profesionales, pueden influir en la vulnerabilidad de una persona al burnout. Aspectos como la personalidad, la resiliencia, la motivación intrínseca y las expectativas propias y ajenas son elementos que pueden predisponer a ciertos individuos a experimentar niveles más altos de agotamiento. En concreto, destacan los siguientes aspectos:
- Perfeccionismo y alto grado de autoexigencia
- Necesidad de control
- Baja tolerancia al fracaso
- Inseguridad
- Sensibilidad
- Idealismo, expectativas que no se ajustan a la realidad laboral
- Dificultad para reconocer y expresar las emociones
Factores organizacionales de la empresa que influyen en el desarrollo del Burnout:
Las características de la empresa, incluidos su cultura, estructura, políticas de recursos humanos y el estilo de liderazgo, pueden influir significativamente en la experiencia laboral de los empleados. Un entorno laboral negativo, donde prevalecen la falta de apoyo, la comunicación deficiente y la incertidumbre, puede agravar el estrés y contribuir al agotamiento. Por lo tanto, es fundamental analizar cómo estos factores organizacionales interactúan y afectan la salud mental de los trabajadores:
- Carga de trabajo excesiva
- Falta de formación adecuada para desempeñar las tareas propias del puesto de trabajo
- Exceso de burocracia
- Turnos laborales
- Poca seguridad o estabilidad en el puesto
- Falta de comunicación y retroalimentación entre los trabajadores y la organización
- Las relaciones interpersonales en un clima laboral basado en la desconfianza, la falta de cooperación y apoyo
Prevenir el síndrome de burnout
Por estas razones, a la hora de prevenir el síndrome de Burnout o al intervenir si ya ha aparecido, debe tenerse en cuenta tanto a la empresa como al trabajador. Si os encontráis en esta situación o conocéis a alguien a quien le ocurre, os animo a que os informéis sobre el modo de comunicar a la empresa lo que está pasando, para intentar que se tome alguna medida sobre las situaciones que generan estrés laboral y al mismo tiempo busquéis ayuda de profesionales de la salud mental para:
- Aprender a gestionar el estrés
- Identificar y autorregular las emociones
- Establecer expectativas realistas
- Mejorar la autoestima, la resiliencia, la asertividad en la comunicación
- Potenciar el autocuidado
En conclusión, el síndrome de Burnout es un tema crucial que merece nuestra atención y comprensión. Si te has sentido identificado con lo que hemos discutido o si tienes preguntas adicionales, no dudes en dejarnos tus comentarios. Tu opinión y experiencias son valiosas, y juntos podemos crear un espacio de apoyo y aprendizaje. ¡Esperamos tus comentarios!