Cada vez recibimos en nuestro estudio más casos de niños y niñas que con 3 años únicamente toman biberón y purés muy licuados. Algunas familias piensan que no es un problema pero con la edad de 3 años, los niños y niñas ya deben masticar y tener una alimentación de texturas, sabores y nutrientes al igual que la de un adulto.
¿Y a qué se debe esto? A veces puede estar asociado a un trastorno o patología como en el Trastorno del Espectro Autista, o niños y niñas que presentan problemas sensoriales como una hipersensibilidad dentro de la cavidad oral, pero la mayoría de las veces es debido a que se alarga el uso de los biberones y purés atrasando la incorporación de sólidos por desconocimiento, comodidad o por miedo a atragantamientos. Por ello hoy os traemos en nuestra guía Superpapis 4 razones para que dejes de pensar en posibles atragantamientos y te pongas manos a la obra con la alimentación de tu hijo/a. 1º RAZÓN: REFLEJO DE EXTRUSIÓN Y REFLEJO DE NAÚSEA. Es importante que cuando hablamos de alimentación en bebes hablemos de reflejos, ya que ayudan a evitar posibles atragantamientos y asfixias en los más pequeños. Quizás nunca hayas oído hablar de ellos, pero conocer estos reflejos es importante para saber si tú hijo o hija está preparado para la ingesta de sólidos. El reflejo de Extrusión es un movimiento automático que realiza el bebé con su lengua para expulsar cualquier alimento que no sea líquido de su boca. Este reflejo se pierde en torno a los 4 y 6 meses lo que nos indicaría que el bebé ya está preparado para comenzar con nuevas texturas y consistencias. Este reflejo es innato y protege al bebé de un posible atragantamiento. El reflejo nauseoso, más conocido como arcada. Es un reflejo que evita la asfixia en los bebes. Este se activa de forma involuntaria cuando un alimento es demasiado grande para tragarlo o cuando hay riesgo de que un líquido o sólido pase hacia la tráquea. Este reflejo también es innato y lo conservamos durante toda la vida, aunque hay que destacar que es más sensible en los bebes y por ello tienen una mayor facilidad para provocar arcadas y el consecuente vómito ante un peligro de asfixia. 2º RAZON: PREPARACIÓN DE NUESTRO CUERPO En esta segunda razón te hablamos de los requisitos de los que dispone un bebé para comenzar con los alimentos sólidos. En torno a los 6 meses tu hijo/a ya está preparado para incorporar sólidos en su alimentación. No hablamos de pasar drásticamente a los sólidos y eliminar purés y biberón, sino que se puede realizar de forma complementaria. ¿Y por qué a partir de los 6 meses? Porque con esta edad, el reflejo de extrusión ya habrá desaparecido y la función masticatoria ya está presente en el bebé. Es importante además que tu hijo/a sea capaz de sentarse derecho con un buen control de la cabeza y que sea capaz de coger objetos y llevárselos a la boca. Pero lo más importante sin duda a esta edad es el interés por la comida, su textura, olor, sabor. A esta edad existe una gran plasticidad cerebral que permitirá a tu hijo/a estar abierto a probar y degustar nuevos alimentos. 3ª RAZON: ATENCIÓN PLENA En esta tercera razón queremos hacer hincapié en eliminar los dispositivos electrónicos o televisión durante el momento de la comida. Lo importante del momento de la comida no es sólo la alimentación, sino también la educación y el aprendizaje. Disfrutar del acto social de la familia, disfrutar de los olores, texturas y sabores, y sobre todo de estar plenamente atento/a a lo que realizamos. Con el uso de dispositivos móviles lo único que hacemos es entretener y sobre estimular al niño/a, de tal forma que no experimentará las sensaciones sensoriales de la comida y lo que es peor puede llegar a atragantarse por no prestar la atención adecuada, por acumular demasiada comida en la boca, por no masticar correctamente, etc. Así que menos pantallas y más dar la lengua. 4º RAZÓN: EVITA DETERMINADOS ALIMENTOS Hablamos de que tu hijo/a ya está preparado para masticar y tragar sólidos, pero hay alimentos que por su consistencia, forma o tamaño son peligrosos para los más pequeños. Aquí nos referimos a alimentos redondosy pequeños como uvas, aceitunas y cerezas. También hay que tener especial cuidado con los frutos secos, palomitas o cereales. Y ¿hasta qué edad evitarlos? Los estudios afirman que a partir de los 6 años el riesgo de atragantamiento con estos alimentos empieza a disminuir. Es importante que tengas en cuenta estas 4 razones que hoy te traemos. Pero también queremos destacar la importancia de los primeros auxilios en la infancia.Todas las personas deberíamos saber realizar la maniobra Heimlich y saber cómo actuar ante una posible obstrucción de la vía aérea. Y ahora te toca a ti. Si tienes alguna duda no te quedes con ella, nosotras intentaremos darle respuesta.