distinguir lo que es acoso y lo que no lo es. Se denomina maltrato entre iguales, acoso escolar o bullying a una situación en la que un/a chico/a o varios/as causan daño a otro/a de forma continuada a lo largo del tiempo. Además, para que se considere acoso tiene que existir una asimetría de poder, es decir, que el agresor/a debe ser más fuerte psicológica o físicamente que la víctima. Por tanto, si tu hijo/a se pega un día en el recreo con otro/a de forma puntual porque han tenido algún problema, NO es Acoso. Si los dos están de acuerdo y es un juego para las dos partes y tienen una fuerza similar, NO es acoso. Quizás esto es lo que hace que los profesores o los padres les cueste más reconocer el acoso porque ¿cuándo pasa de ser un “juego entre niños/as” o una forma de relacionarse agresiva a algo más grave? Por eso, hoy vamos a desmontar los mitos que más daño están haciendo para que el bullying siga extendiéndose: “Son cosas de críos”: Seguro que cuando eras un/a chaval/a recuerdas cómo este tipo de cosas eran habituales y nadie decía nada porque era ser “un chivato”. Es probable, que por eso hasta hace unos días no lo habías tomado como algo importante, pero lo es desde el momento en que alguien sufre. No obstante, que sea habitual no lo convierte en menos alarmante. En los últimos años, según los últimos estudios no sólo han aumentado los casos (1 de cada 4 jóvenes lo han sufrido en algún grado) sino que el acoso cada vez es más cruel y sofisticado, ya no se trata de unas patadas o unos motes (que ya sería suficiente para considerarlo importante) sino que gracias, en parte a las nuevas tecnologías, ahora es un problema que ya no se queda sólo en el patio del colegio. Las amenazas traspasan tu vida diaria con grupos de whatsapp y ya no hay burlas, ahora cualquiera tiene tu foto en el que aparecen chistes a tu costa denigrándote. A los niños que les pasa, es porque son algo habrán hecho. Ojalá la respuesta fuera así de sencilla, cualquier chico/a entre los 10 y los 16 años puede ser susceptible de acoso. Si no quieres que tus hijos/as tengan etiquetas, empieza por no ponerlas tú. La razón por la que el acosador ha decidido que va a ser tu hijo/a es por todo o nada en concreto, así que olvida los prejuicios acerca de que esto no le va a pasar a mi hijo porque no lleva gafas o no es gordo o no es empollón o justificaciones que algunas padres/madres necesitan. Le pasa a CUALQUIERA. Si a mi hijo le pasara algo así, me enteraría. Lo ideal sería que tu hijo/a confiara en ti y pudiera contártelo. Muchas veces no se trata de confianza, es que tu hijo/a siente tanta impotencia, vergüenza y/o miedo que prefiere protegerte. Así de generosos/as pueden llegar a ser. Además, piensan que si te lo cuenta, el acosador/a cumplirá su amenaza y será peor. Tu misión, será educarle en todo lo contrario. Si no lo sabes, no podrás protegerle y no podréis pensar juntos en una solución. Si quieres ampliar información, te recomendamos el artículo que elaboramos para sindeberes en qué puedes hacer contra el acoso escolar Si te pasa algo, no seas chivato y resuélvelo tú. Es importante que tu hijo/a entienda la diferencia entre chivarse o pedir ayudar cuando te están haciendo daño. Es decir, ¿considerarías chivarse a la policía si hay alguien te ha robado el bolso? Entonces ¿Por qué a los niños/as les enseñamos eso cuando hablamos de acoso? La clave es concienciar a tu hijo/a de que el silencio no es la solución y debe decírselo cuanto antes a un adulto. Si ves algo así, tú no te metas, no es tu problema. Lamentablemente, esto es lo que está haciendo que el acoso prospere. No debe callarse con él/ella ni con nadie que vea ese acoso. Si por cada acoso, el grupo actuara, dejaría de haberlo. Que tu hijo ayude en esas situaciones, debería llenarte de orgullo. La semana pasada hablamos de la empatía y cómo promoverla en casa y te recomendamos que vuelvas a leer este mito para poder combatirlo. De hecho, a raíz de esto, hace unos meses publicamos un cuento que pretende concienciar ante el acoso y tiene más vigencia que nunca. Esperamos que te sirva para hablar de ello en casa. Y tú ¿qué más mitos conoces? ¿cuáles son tus propios pensamientos sobre esto? ¿Crees que tu hijo/a ha vivido algún tipo de acoso o lo ha visto en el colegio? Nos encantaría que pudieras compartir tu opinión.]]>
5 mitos sobre el acoso escolar que no están ayudando a tu hijo/a
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Me arece interesante, es un tema de actualidad
Me parece muy interesante pero lo peor de todo que cuando te ves en algún problema de este tipo hay poca unión de padres
Efectivamente Angeles,cómo tú dices, es complicado que los padres se unan ante estas situaciones. Creo que lo que más les cuesta a todos es asumir las consecuencias y tomar medidas para resolverlos, pero no hacerlo, sólo agrava el problema