Cuentos para trabajar la inteligencia emocional infantil
Tanto adultos como pequeños tenemos problemas en saber definir y expresar algunas cosas que nos pasan, no significa que no sintamos, significa que es difícil ponerles nombre.
Por eso, cuanto antes se empiece con esa tarea mejor, ya que si no reconocen las suyas, difícilmente reconocerán las de los demás. Al igual que pasan 4,5,6 horas en clase hablando sobre lengua o mates ¿por qué no dedicarles como padres 30 minutos al día para hablar de ello?
Si nos quejamos de que nuestros hijos no hablan, quizás es necesario aprovechar momentos durante el día en las que suceden para hablar de emociones y si no hay oportunidades, los cuentos siempre son una alternativa estupenda para crearlas. Hoy os proponemos dos alternativas que son nuestras preferidas cuando se tratan de niños de 3 a 8 años.
Las emociones de Nacho de Liesbet Slegers de Edelvives
Es un libro con unas bonitas ilustraciones que nos habla de las emociones más básicas: enfado, tristeza, miedo y alegría. Porque para empezara hablar de ellas, hay que conocer perfectamente las principales.
Lo mejor del libro es que habla de cómo se puede reconocer la emoción, qué cosas o situaciones nos producen esas emociones y algunos consejos para poder resolverl as. Además, también incluyen pequeñas historias para ejemplificar esa emoción.
Para niños pequeños es 100% recomendable y para aquellos que les cuesta hablar de ellas aunque sean un poco más mayores también. Sobre todo, porque es una oportunidad para hablar y porque puedes hacer una lectura todo lo activa que quieras.
Nosotros descubrimos este libro gracias a la librería Erase una vez, donde muchas veces nos hablan de libros diferentes y siempre tienen un rato para hablar sobre las últimas novedades en libros infantiles y juveniles.
El monstruo de colores de Anna Llenas de Editorial Flamboyant
Es un libro que tiene enamorados a los más peques y no tan peques que vienen a Ayudarte. El libro en sí puede servir como punto de partida para hablar de las emociones básicas por su sencillez y es muy visual darles un color a cada emoción.
Es una forma de hacer tangible lo intangible. No obstante, como los/as niños/as que acuden al estudio necesitan profundizar más en cada una de ellas,hemos aprovechado el material online que se puede descargar con el libro y nos hemos basado en el monstruo para hacer otros cuentos y materiales que les ayuden a gestionar alguna emoción en concreto y que sea más personalizado.
Así que la historia del monstruo de colores nos ha servido como excusa para poder hablar de muchas cosas más durante varias sesiones y sobre todo, como alguno nos ha dicho: “para ayudarles”. Y vosotros ¿en casa tenéis un ratito para enseñar a vuestros/a hijos/as para hablar de las emociones? ¿cuáles son vuestros trucos? ¿habéis utilizado algún libro?
Es de agradecer las orientaciones que da a los abuelos y padres primerizos, de los nuevos libros de cuentos