¿Cómo ha sido la época de exámenes para tu hijo/a este año? ¿Se ha agobiado mucho o más de lo normal durante estos días? Los nervios puntuales cuando vas a realizar un examen son beneficiosos puesto que te mantienen activo y concentrado, el problema es cuando a veces dejan de ser puntuales para producir un malestar de forma más continúa y prolongada en el tiempo. En ocasiones, cuando eso sucede, el problema puede que no sea el modo de enfocar los exámenes sino el rumbo que está tomando tu vida y las decisiones que tu hijo/a está tomando las que están causando la ansiedad.

Puedes echarles la culpa a los exámenes, a la presión que ciertos profesores ejercen sobre sus alumnos o las expectativas que tú tienes en tus hijos… Sin embargo, en mi experiencia, el problema nunca han sido los exámenes, sino el modo en que lidiamos con los problemas de nuestra vida, la presión y el fracaso. Para ser más gráficos podríamos decir que hay personas que los exámenes los enfocan sin demasiada tensión y otros que durante meses manifiesta síntomas de ansiedad: les cuesta dormir, tranquilizarse, sienten náuseas o mareos… Muchas veces ni los propios niños/as y jóvenes le prestan atención ni saben reconocer que esos síntomas son de ansiedad y no de que les haya sentado mal la comida. Sin embargo, conforme pasan las semanas o los días empieza a existir cierta preocupación por parte de la familia porque sospechan que es un estado de ánimo frecuente y no debido sólo a un examen. No obstante, ni con esas llegamos a tomar cartas en el asunto y hablar con un especialista hasta que llega una situación extrema que nos hace reaccionar. Por ejemplo: no poder hacer un examen con el resto de sus compañeros porque ha tenido que abandonarlo o ni siquiera poder ir a clase porque le recuerda lo mal que lo ha pasado.

Quizás te parezca una historia de ciencia ficción, que son niños/as mimado/as o cualquier otro tipo de excusa para no entender lo que sufren los niños y jóvenes con ansiedad ante los exámenes. Por eso, cuando cualquier familia acude al estudio nos tomamos un tiempo para conocer cada historia y el trasfondo que subyace en ella porque, a veces, detrás de unos “simples” nervios se pueden esconder inseguridades, acontecimientos estresantes no resueltos y una forma de afrontar los problemas de forma errónea. No nos cansamos de decirlo:  Huir sólo aumenta el problema. No es sólo de críos, la ansiedad puede pillarte a cualquier edad: de niños. de adolescente, de jóvenes…Precisamente, eso es lo que le pasaba a nuestra sirenita de hoy y sin más que añadir compartimos su testimonio:
ayudarte estudio psicologia gijonAl principio pensé que sería algo pasajero, que serían un par de semanas agobiada por ser un nuevo curso y más difícil, pero fue pasando el tiempo y en vez de ir a mejor, iba a peor.
Hubo un tempo que lo estuve ocultando hasta que sentí que no podía más y se lo conté a mis padres. Ellos me intentaron ayudar y me decían que seguro que iba a ser algo pasajero, sólo me tenía que acostumbrar.
Pasó más tiempo y no mejoraba, así que mi madre decidió llevarme a Ayudarte. El primer día con Nuria estaba muy nerviosa y la verdad que me costó hablar y abrirme con ella, pero su magia consiguió sonsacarme todo lo que llevaba arrastrando dentro mío por tanto tiempo.
Lo que yo pensaba que era solo por el agobio de 2º de bachiller, se acabó convirtiendo, o mejor dicho, acabamos descubriendo que todo era por cúmulo de cosas: la pérdida de mi abuelo, el distanciamiento con mis amigas, y lo del curso me causó ansiedad.
Además de todo esto, yo no suelo hablar de las cosas ni expresar como me siento, por lo tanto, todo me lo comía yo y se convirtió en un nudo o bola enorme dentro de mí.
Gracias a todas las cosas que Nuria me enseñó, y a la gente cercana a mí, ese nudo enorme se fue deshaciendo poco a poco. Creía que iba a ser misión imposible, que todos los días me iba a sentir así de agobiada y angustiad, y de hecho, muchas veces pensé en tirar la toalla, pero no lo hice porque todos podemos.
Aunque el camino no haya sido corto ni fácil, he aprendido muchas cosas y sí, lo he pasado muy mal, pero si quieres, puedes y mirarme a mí, por fin escribiendo mi final feliz. Si necesitas ayuda, no dudes en pedirla, te vas a sentir mucho mejor, y verás, después de todo el esfuerzo, la luz al final del túnel.

Gracias a nuestra sirenita particular porque no te quitarán la voz y siguieras buceando en tus problemas hasta encontrar la solución. Cómo decimos, a veces, los problemas simples son los más complejos, no obstante, a veces no hace falta intervenir sobre ellos, sino que también se pueden prevenir. Por ejemplo, conociendo las técnicas de estudio y de organización adecuadas para que no llegue a amontonarse todo el trabajo durante el invierno. Nuestros talleres exprés del verano, esos que algunos conocen tan bien y ya nos están preguntando por ellos, ya han vuelto y puedes infórmate o apuntarte ya mismo a través del correo electrónico hola@ayudartepsicologia.eso al teléfono 985338202. Si quieres conocer más en profundidad de qué se tratan, no dudes en leer en el siguiente link los talleres dónde te los explicamos todos al detalle.
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Ahora nos encantaría que compartieras tus comentarios, dudas y experiencias, ¿tu hijo está viendo la luz al final del túnel de sus problemas? ¿cómo afrontó el problema?

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