Ayudar a los niños con los deberes suele ser motivo de conflicto y de discusión. ¿Por qué? ¿Qué hacemos mal? ¿Les exigimos demasiado? Diariamente nos rondan estas preguntas en la cabeza y es complicado llegar a resolverlas por uno mismo. Por eso, hoy te respondemos a estas y otras preguntas en el artículo y en nuestra intervención en onda cero dónde hablamos en profundidad del tema. [audio mp3="https://www.ayudartepsicologia.com/wp-content/uploads/2016/04/AYUDARTE_27-04-16.mp3"][/audio] ¿Qué dirías si después de trabajar 8 horas tu jefe te dijera que tienes que trabajar 3 horas más? ¿Estarías dispuesto? Seguramente, estarías irritado, deprimido y te quejarías por ello. Sin embargo, aunque les entendemos, según la última encuesta de la OMS, los niños españoles dedican más de 6 horas diarias para hacer los deberes, así que ¿qué solución tenemos? Con las escasas horas con las que cuentan entre extraescolares y el colegio, no es de extrañar que muchos padres les ayuden cuando tienen dudas o se pongan con ellos, empatizan hasta tal punto que acaban hablando de que “han suspendido 2 asignaturas”, o “nos cuestan las mates.” Se habla en plural de algo que sabes que debería ser una tarea de tu hijo, ellos son los que van al colegio y tendrían que ser los que aprueban o suspendan. Desafortunadamente, la realidad es otra totalmente distinta. Cuando llegan al estudio, los padres no pueden ver cómo su hijo suspende, así que ellos se exigen que deben tener esa responsabilidad y se frustran cuando les cuesta tanto a sus hijos o ven que todas las horas que han pasado delante del libro no ha sido suficiente. Piensan en lo que supondrá para él suspender o sacar malas notas, repetir o que le etiqueten de alguna manera en el cole, culpabilidad por no pasar tanto tiempo con ellos haciendo algo divertido…. ¿te suena? Por ese camino de la exigencia, sabes que estás cometiendo errores, entre ellos seguramente:
- Hacer los deberes con ellos. Es un hábito que cuesta, sin embargo, sabes que tarde o temprano vas a tener que dar el paso. Así que ¿por qué no darlo ahora? Te proponemos un artículo que escribimos hace poco Sindeberes.com dónde hablamos de ello.
- No programar descansos: Parecen que son los reyes del escaqueo o que siempre visitan la cocina millones de veces, pero eso es porque saben que el estudio son muchas horas. La organización es clave en eso y tú puedes ayudarle mejor que nadie.
- Gritarles y enfadarse constantemente por los estudios. Al final, acaba reduciéndose todo a eso y tus energías con ello, cuando en el fondo sabes que te gustaría disfrutar con tu hijo y pasar un día agradable, cómo les decimos a los padres, nos gustaría que tu hijo te recordara más allá de los gritos y las discusiones por estudiar o no hacerlo.
- Apenas felicitarlos porque es su obligación. Es increíble cómo nunca hay problemas para reñir y podemos hacerlo durante 24 horas y lo que cuesta muchas veces dar una palabras de ánimo y aliento cuando lo están haciendo bien. No escatimes en abrazos y en motivarlo, nunca sobra.
Hay que motivar siempre, no siempre las notas siempre se corresponden con el esfuerzo en el corto plazo
Efectivamente Coltan, tienes mucha razón. El reconocimiento y la motivación diaria son imprescindibles 😉