¿Cuántas veces te habrás sentido tú, como adulto, desbordado por no poder ni tener las herramientas para gestionar los desbordes emocionales de tu peque? ¿Cuántas veces habrás perdido tú, como adulto, el control de la situación por no saber cómo ayudarle? ¿Y cuántas veces de todas esas situaciones te has sentido culpable después?
Ya te respondo yo, todas. Yo, como madre, a pesar de ser profesional del ámbito educativo, en muchas ocasiones, también pierdo la paciencia y también siento culpabilidad. Pero déjame decirte algo, si estás aquí, leyendo este artículo, estás buscando soluciones para mejorar como figura de referencia y ofrecerle lo mejor a tu peque. Así que antes de nada… ¡Eres el mejor papá/mamá para tu peque, grabatelo en la cabeza!
¿Por qué surgen los desbordes emocionales en niños?
Lo primero de todo, debes tener en cuenta que durante los primeros tres años de vida de tu peque, todavía no es capaz de dominar la lógica y de expresar con palabras aquello que está sintiendo, tampoco es capaz de identificar esa emoción y, por lo tanto, tampoco de gestionarla. Estos desbordes emocionales que aparecen de continuo son una llamada de auxilio por parte de nuestros peques, necesitan nuestro acompañamiento, necesitan que les ayudemos nosotros a regularse.
Por lo tanto, si yo como adulto no soy capaz de regularme para gestionar la situación y poder regularle a él… no tenemos base para hacerlo. Estos desbordes emocionales en niños son una etapa más de su desarrollo evolutivo, al igual que lo fue aprender a gatear, a andar, a comer, a hablar… Debemos plantearnos… ¿por qué como adultos esta etapa la vivimos y la sentimos como un ataque en muchas ocasiones?
3 estrategias y tips para que pongas en práctica en los desbordes emocionales en niños
Como te he comentado antes, todos sabemos que los niños pueden experimentar emociones intensas, y a veces, esas emociones pueden desbordarse, lo que puede ser un desafío tanto para ellos como para nosotros. Pero no te preocupes, aquí te traigo tres estrategias y tips que puedes poner en práctica para ayudar a tu hijo a navegar por sus emociones de una manera más saludable y constructiva.
Cuida tu salud mental
Esta primera y bajo mi punto de vista la más complicada en muchas ocasiones. Debemos ser adultos emocionalmente estables y sanos para poder cuidar y regular a nuestros pequeños. Si estamos en un momento de nuestra vida complicado a nivel personal, familiar o incluso profesional, todas esas preocupaciones pueden afectar en nuestro día a día y pueden hacer que nos desbordemos en momentos en los que es fundamental mantener la calma.
Recuerda lo pequeño que es: mira sus manos.
En muchas ocasiones les exigimos de forma automática y sin pensar que actúen y se gestionen como lo hacemos nosotros, los adultos (cuando ni si quiera en muchas ocasiones nosotros somos capaces). Por ello, si estás en ese momento en pleno desborde emocional de tu hijo y sientes que var a perder la calma… respira y mira conscientemente cada parte de su cuerpo, recuerda lo pequeño que es, eso te hará volver al presente y poder conectar con lo que le pasa.
Delega si es necesario y si no es posible intenta cambiar el foco de atención.
Hay momentos que es imposible gestionarnos a nosotros mismos, y, por lo tanto, no somos capaces de gestionar la situación con nuestros peques. No pasa nada, identifica en qué punto te encuentras y si no es el día para poner en práctica la comunicación asertiva. Tienes dos opciones:
- Delega en otra persona que pueda gestionar la situación mejor que tú en este momento
- Intenta acompañar y cambiar el foco atencional de tu peque reconduciéndolo a otra actividad o situación.
Espero que estos consejos te hayan ayudado y te hayan servido para gestionar esos momentos que como padres y madres a veces son complicados. Pero me gustaría terminar este artículo diciéndote: lo estás haciendo bien.
Si quieres saber más sobre el tema, te aconsejo que leas Cómo tratar las rabietas infantiles en los niños, Cómo sobrevivir a una rabieta en 4 pasos o 4 Errores que cometes en una rabieta en público con tu hijo.
¿Y a ti que es lo que más te preocupa de los desbordes emocionales en niños? Déjanos un comentario 🙂