Las rabietas, como muchos otros comportamientos son propios de la etapa infantil. Y con esto queremos decir, que no son más que eso: una etapa que se vuelve menos intensa y con menor frecuencia con el tiempo (aunque nos pueda parecer una historia interminable). Pero, ¿cómo lo vamos a pasar todos/as en casa, el tiempo que dura esa etapa? Si para los padres es duro, para el/la pequeñín/a que está aprendiendo a controlar sus emociones lo es aún más. Paula Peón Fernández, experta en educación infantil, nos da 4 consejos que creemos que pueden serte de gran ayuda.
4 CONSEJOS PARA SOBREVIVIR A UNA RABIETA
- ANTICIPARSE A LOS PROBLEMAS
Este es nuestro consejo estrella. Como padres/madres conocemos a nuestros hijos/as como la palma de nuestra mano. Sabemos qué les encanta y por supuesto qué les hace enfadar. Por eso,
para evitar enfados innecesarios hay que dejar siempre claras nuestras intenciones antes de ir. Salir de casa con una idea clave, ayuda a que el/la niño/a
interiorice qué vamos a hacer, dónde, cuándo y cómo. Por ejemplo: Hoy, vamos a ir a casa de la abuela. Vamos a comer allí y después iremos al parque.
- MANTENTE FIRME Y NO RESPONDAS CON ENFADO
No debes ponerte a su altura, responder a una rabieta alzando la voz o de malas maneras solo empeorará la situación, debemos procurar hablar tranquilamente haciéndole entender que comprendemos lo que le pasa y queremos ayudarle,
las emociones se contagian y si te mantienes sereno y firme en tu postura, el enfado de nuestro/a pequeño/a no durará mucho más allá de unos cuantos minutos, luego a él/ella se le olvidará …y a papá/mamá es recomendable que también. De este modo, entenderá que
montar una rabieta NO PUEDE ayudarle a conseguir lo que quiere, y que cuando dices un NO es un NO o si es un rotundo Tienes que bañarte, es que hay que hacerlo. Cuando el/la niño/a vea que la fórmula no le está funcionando acabará por desistir.
3. EVITA LAS EXPLICACIONES LARGAS Y ESPERA QUE SE CALME
Cuando nuestros hijos/as empiezan a hablar muy alto, insultar, gritar, llorar constantemente,
debemos hacerle entender que así no podemos escucharle. Aunque hiciésemos un esfuerzo en entenderle no podríamos,
estaremos encantados/as de atenderle cuando se calme y se tranquilice un poco. No trates de razonar durante la rabieta, simplemente utiliza
explicaciones cortas, y si pueden ser acompañadas de
contacto físico (como un abrazo) !Muchísimo mejor! Cuando nuestro pequeñín/a se haya calmado podremos hablar de lo que ha pasado y cómo afrontarlo, con otra perspectiva, la próxima vez.
4. VEZ DE UN NO, DOS SÍES (DAR DOS OPCIONES)
Siempre es frustrante no conseguir lo que queremos .. (!Qué nos lo digan a nosotros/as!) Pero si
podemos elegir y tener una alternativa y una solución similar, la cosa cambia. Por ejemplo, no podemos pintar la pared, pero podemos pintar con los dedos en un folio! (Que por cierto, les encanta) ó también podemos leer un cuento.
¿No sería genial que eso nos pasara también a nosotros/as? Y vosotros/as, ¿qué haceis en una rabieta? ¿Qué consigue calmarlo?]]>
Perfecto.