¿Tu hijo tiene más de 5 años y se hace pis en la cama? ¿Ha vuelto a hacerse pis o realmente nunca lo ha conseguido manejar plenamente? Cuando tu hijo llega a tener una cierta edad y ves que más o menos controla los esfínteres no siempre las familias llegan a darle toda la importancia que se merece. Quizás porque nos hemos acostumbrado o porque pensamos que no será algo que le afecte demasiado, a fin de cuentas queda en el ámbito familiar. Es como los niños que más allá de los 9 años siguen teniendo miedo a la oscuridad. Sin embargo, es fundamental averiguar las causas y ofrecerles una solución. Lo que para ti puede no ser tanto, a ellos puede estar afectándoles más de lo que crees en su desarrollo.
Los escapes de pis son frecuentes cuando tu hijo está en el proceso de quitar el pañal, pero para un 5% de niños entre 5 y 14 años más que una fase es una realidad. Que un niño con más de 5 años pueda mojar la cama es una situación que desconcierta tanto a los padres y las madres como a sus hijos que no saben cómo actuar. Por eso, es importante pedir ayuda a un profesional, ya que a partir de los 5-7 años mojar la cama (al menos una ó dos noches por semana, aunque no hay un consenso claro) es síntoma de que hay un problema y recibe el nombre de enuresis nocturna y conviene tratarlo. Descubrir las causas es fundamental, ya que el hecho de que haya antecedentes familiares, es decir, si tú o tu pareja o ambos habéis mojado la cama durante vuestra niñez, aumenta las probabilidades de que a tu hijo le suceda lo mismo. En la mayoría de los casos la enuresis infantil se debe a causas físicas y si se conocen es más fácil darle un tratamiento que permita corregir este problema:
- Tamaño de la vejiga: Tener una vejiga más pequeña hace que tengas que ir de forma más frecuente al baño que el resto de niños.
- Diabetes: Las personas que sufren un determinado tipo de diabetes (insípida central y negrogénica o mellitus) generan más niveles de glucosa y eso puede generar que necesiten ir al baño de forma más frecuente que otros niños que no tienen este problema.
- Infecciones de orina como las cistitis, aumentan los deseos de ir al baño.
- Insuficiencia renal: Si los riñones no funcionan adecuadamente puede suceder que los niños no controlen bien el pis.
- Epilepsia: en un ataque, por ejemplo.
- Apnea del sueño: Aunque es poco frecuente que un niño pueda sufrir apneas, el hecho de que las tuviera podría hacer que tuviera ganas de ir al baño, sobre todo de madrugada.
- Retraso en la madurez: si ha tenido dificultades con la vejiga y tardó más que los demás, puede que nunca haya conseguido un completo control y necesite más tiempo que los demás niños de su edad.
- Trastornos del sueño: sonambulismo, insomnio…. o sueño profundo que hace que no se despierten durante la noche y no sean conscientes de que tienen que ir al baño.
- Aumento de orina por la noche: Es posible que tu hijo genere más orina que otro niño de su edad durante la noche que durante el día,de ser así podría significar que tiene niveles bajos de la hormona encargada de regular la cantidad de orina que producimos, esta hormona recibe el nombre de hormona antidiurética y eso explicaría que a tu hijo le costara controlar el esfínter durante la noche.
Sin embargo, hay un porcentaje del 10-20% que se debe a una causa más emocional:
- El proceso de quitarle el pañal no fue adecuado y se le forzó antes de que estuviera preparado o no acabó controlando de forma adecuada ir al baño antes o durante la noche.
- No va al baño por miedo a la oscuridad, pesadillas o terrores nocturnos
- Ansiedad: Esa época de mojar la cama puede coincidir durante la época de exámenes, cuando le preguntan la lección de forma oral o tiene un acontecimiento importante que le inquieta.
- Tener problemas en sus relaciones sociales: Por ejemplo, con sus amigos o sus compañeros: problemas o pérdida de amigos, acoso escolar…
- Niños con una personalidad impulsiva: si les cuesta controlar su conducta, es posible que les suceda lo mismo con el control de esfínteres.
La forma más común que tienen los niños de “resolverlo” es evitar ir a dormir fuera y no hablar sobre ello con nadie si pueden evitarlo, explicaciones las justas para no pasar vergüenza. Las consecuencias inmediatas de esto no sólo se traducen a no ir de campamentos, ni ir a dormir a casa de sus amigos, también en su autoestima y en la forma de afrontar los problemas… Por eso, es importante no rendirse, hablar con tu hijo y pedir ayuda a profesionales que descarten tanto problemas físicos como emocionales o incluso TDAH, porque si, los niños que están diagnosticados con un problema de atención tienen una mayor probabilidad de sufrirlo. Ahora nos encantaría saber cuál es tu opinión acerca del tema ¿tu hijo ha tenido o tiene algún problema relacionado con hacerse pis en la cama cuando ha sido más mayor? ¿Cómo lo solucionó? ¿Cómo reaccionaba él o ella? ¡Escribe tu comentario más abajo y estaremos encantadas de contestarte! 😉