dislexia o ves que hay una lucha constante cuando tiene que leer o hacer sus deberes. Por eso, aprovechando que hoy se celebra el día mundial de la dislexia vamos a desterrar los mitos que te atormentan de una vez por todas en este artículo. En muchas ocasiones, la psicología sufre los mismos mitos que otras disciplinas. De la misma manera que tenemos metido a fuego en nuestra cabeza que “el zumo hay que beberlo pronto porque se le van las vitaminas” o “hay que esperar al menos 2 horas para que no se te corte la digestión” en la salud mental le pasa algo similar y por más que sabemos que son mitos no acaba de convencernos la idea hasta que no te lo dice un experto varias veces. En general, cuando los padres descubren que su hijo tiene dislexia empiezan a tener un montón de dudas, miedos e incluso ideas preconcebidas sobre la dislexia que algunas no tienen nada que ver con la realidad. No cambian de idea hasta que no se lo explico o ellos mismos empiezan a leer artículos de expertos sobre el tema.  Por eso, hoy,he querido contribuir y centrar el artículo en esos mitos que todos conocemos sobre la dislexia, pero que no llegamos a saber si son verdad o no por la cantidad de información contradictoria que puede llegar a nosotros.

• La dislexia se cura. La dislexia no es una enfermedad que se pueda curar, es una dificultad específica de aprendizaje en los procesos de lectura y escritura que va a persistir durante toda su vida, pero que puede mejorar cuando el niño desarrolle suficientes habilidades para minimizar sus dificultades. Esto puede llegar a ser difícil de asumir y quizás hasta puede llegar a ser decepcionante para más de uno, sin embargo yo trato de ser más práctica y pongo un ejemplo físico porque siempre puede resultar más visual. Soy asmática y lo seré toda la vida, pero eso no me impide vivir una vida normal o alcanzar menos metas. Ser asmática me recuerda que hay montañas que me costará más subir o seré más lenta, que necesitaré más apoyos como un bastón o un ventolín, pero que al final lograré llegar a la cima con paciencia y esfuerzo. Mi montaña no es diferente a la “montaña” que tiene cualquier niño disléxico cuando tiene que leer.

 

• Conocer el diagnostico hace que tu hijo se esfuerce menos y se escude en la dislexia. Es importante una evaluación y el diagnóstico permitirá que tu hijo reciba las ayudas que necesite en su centro educativo, pero desde el estudio creo que es más importante que cada uno tome su decisión respecto a si contárselo a su hijo o no. No obstante, aparte de la medida que se tome es fundamental que cada uno sepa sus fortalezas y debilidades (independientemente de si eso va acompañado a una etiqueta) y que reciba las ayudas adecuadas para mejorar en dichas habilidades.

 

• La dislexia afecta mucho más a los varones. En general, el género puede influir a la hora de identificar a las niñas por como llevan ellas sus dificultades, ya que suelen compensar sus dificultades por su cuenta y les cuesta más hablar de ellas. Sin embargo, los estudios revelan que aparece tanto en unos como en otros.

 

• La dislexia se debe a una baja capacidad intelectual. Este es un mito bastante extendido, incluso a veces por los propios niños: me cuesta leer = soy tonto. ¡Y nada más lejos de la realidad! No hay existe una única causa que lo justifique,pero desde luego no tiene nada que ver con una baja inteligencia. De hecho, se diagnostica dislexia porque hay una discrepancia entre capacidad intelectual y competencia lectora, es decir, que para la capacidad que tiene tu hijo debería tener una competencia lectora mucho mejor.

 

• Para detectar la dislexia es importante dejarlos madurar hasta los 7-8 años. A partir de los 5 años o incluso antes existen factores de riesgo para el niño. Por ejemplo, tener graves problemas para identificar las letras y los números de forma individual o para unir las letras al hablar. Ej. P-A-P-A. Si en ese momento, se realiza una intervención temprana (sin necesidad de hacer un diagnóstico concreto de retraso lector o dislexia), la recuperación será más favorable. Así que evita pensar que tu hijo no lee bien por falta de madurez porque eso no conseguirá que su hijo mejore su problema, más bien retrasará que le puedas proporcionar ayuda y la dificultad se haga mayor conforme pase el tiempo.

 

• Confundir la izquierda con la derecha es un rasgo de dislexia. Es uno de los mitos que más frecuentemente se escucha cuando los padres acuden preocupados al estudio. Sin embargo, tener este tipo de problema no te convierte en disléxico ni es un rasgo característico de la dislexia. Es más, esa descoordinación motora puedes tenerla sin tener ninguna dificultad específica o incluso tener otro trastorno diferente como el trastorno de aprendizaje no verbal. Por eso, es importante acudir a un especialista para despejar cualquier duda al respecto.

Ahora es tu turno, estoy impaciente por leer tus comentarios acerca del tema ¿qué mitos conoces tú sobre la dislexia? ¿tu hijo tiene dislexia? Habláme sobre tu experiencia ;)]]>