necesitas un pequeño impulso de otra persona para dar el paso y ver lo claro, pero lo importante es que con impulso o sin él, te arriesgues a solucionarlo y a confiar en otra persona. En este ocasión, soy tan afortunada que no tengo una opinión, sino cuatro: la de los padres, el hermano pequeño y el hermano mayor. Así que como hay mucho que contar, te dejo con la historia. “Acudimos a Nuria a raíz de una tutoría en el colegio en la que nos dijeron que nuestro hijo pequeño no seguía las dinámicas de grupo con los compañeros y al ser reprendido, se le generaba una frustración grande que no era capaz de gestionar adecuadamente. Por otro lado, nuestro hijo mayor tenía un problema de miedo a la oscuridad, ya que siempre había dormido con una pequeña luz azul. En el colegio empezaban a organizar actividades de campamento en las que había que pasar noches fuera de casa y ese miedo le impedía acudir a las mismas. Decidimos buscar ayuda externa y contactamos con Nuria. Nuria ayudó a nuestros hijos a superar sus miedos y problemas de una forma no traumática. En el caso del pequeño, a través de juegos; de tal manera que le costó dejar de acudir a sus sesiones porque se lo pasaba fenomenal. A nosotros nos ayudó a entender que ninguno de nuestros hijos tenía nada raro y a darnos cuenta que además de los problemas por los que habíamos acudido a su consulta, había otras circunstancias implícitas que también influían por lo que se debía trabajar sobre el fondo del asunto. Nos ayudó a analizar nuestra reacción ante las diferentes situaciones que se daban e intentar tener otro punto de vista ante las mismas, y sobre todo nos dio pautas de actuación para gestionar pequeñas situaciones del día a día.” El pequeño de los hermanos “me ayudaste a vencer mi miedo a la oscuridad y también me ayudaste a no enfadarme por las cosas, a liberarme en clase, a no pelearme siempre con mi hermano (aunque lo hago a veces pero mucho menos). También me enseñaste juegos que no había visto en mi vida, también a no protestar por todo siempre” El hermano mayor “Me ayudaste, sobre todo, a no temer a la oscuridad. También me ayudaste mucho con la organización y los mapas mentales, esquemas… ¡¡GRACIAS NURIA!!” Siempre digo lo mismo a todos los que escribís: gracias a vosotros. Gracias por vuestra generosidad, por pasar un ratito hablando de vosotros y de vuestras historias y sobre todo ayudando a los demás con vuestras historias. Si tú también quieres que te ayudemos, recuerda: “Tener problemas no te convierte en un ser de otro planeta” Y ahora te toca a ti, ¿cuál es tu historia? ¿en qué te ayudó el psicólogo? Visibilizando nuestra labor, podremos ayudar a más familias, así que únete a nuestros finales felices y escribe tu historia más abajo en comentarios o a través de un email.]]>