La depresión es un trastorno que afecta al estado de ánimo de quién lo tiene produciendo una gran tristeza y decaimiento, no se trata de algo pasajero ni que se vaya a mejorar de forma espontánea. Si es esto último, estamos hablando de tristeza, pero no de depresión. De hecho, como ya te expliqué en un artículo relacionado con esto: sentir tristeza no es sinónimo de depresión. La depresión tiene más síntomas, aunque el estado de ánimo sea lo que más evidente.     Más de 300 millones de personas en el mundo sufren depresión, en ese porcentaje están incluidos los niños y adolescentes. La depresión es una de las principales causas de problemas de salud y cada año se incrementa, ¿por qué? Porque hemos aprendido a vivir con ella en silencio en lugar de ponerle una solución. Es cierto que cada vez más niños y adolescentes piden ayuda, pero también es verdad que otros muchos se lo callan por miedo al qué dirán, a no estar loco… Cuando en realidad la depresión puede afectar a cualquier persona en cualquier momento.   Con motivo del día europeo de la depresión, he decidido escribir este decálogo y ayudar a todas esas personas que conocen la depresión de cerca o la han vivido de refilón y prevenir situaciones como el suicidio. No necesitas ser psicólogo para poner en práctica los consejos que te voy a dar a continuación, pero es importante que si ya acudís a un especialista sigáis sus indicaciones porque en cualquier tratamiento es importante que exista una coherencia.

• Cuídate, la depresión es un agujero negro que trata de arrastrar a todo aquel que se acerca, para no caer en sus garras lo mejor es que no olvides que necesitas una parcela para mimarte y compartir con otras personas (no estás siendo egoísta, necesitas respirar si quieres animar a tu hijo).

• No te lo tomes como algo personal: Si, sé que no hay nada más personal que un hijo o una pareja, pero es importante que aprendas a distanciarte de los “ataques” de rabia o de tristeza. No es tu hijo/a o tu amigo el que habla, sino la depresión. Eso no significa que no puedas hablar con tu hijo o tu pareja de cómo te sientes o cómo te ha afectado lo que te ha dicho.

• Infórmate sobre la depresión, pide ayuda a un profesional y sigue sus consejos. De todas maneras, también te propongo que leas el artículo sobre 4 consejos para superar la depresión infantil si quieres ampliar información.

• Acompáñale y no te aísles, aunque creas que tu hijo o tu amigo está a miles de kilómetros y así te haga sentir él o ella cada vez que habláis… No es cierto, te necesita más de lo que crees para su recuperación y entre todos formáis un equipo.

• Lucha y no tires la toalla, aunque parezca que él o ella lo haya hecho, en el fondo no es así. La desesperación a veces nos bloquea y nos hace decir cosas que no queremos hacer realmente.

• Sé positivo y entiende que hay días buenos, malos, regulares y malísimos. Así que concéntrate en los buenos y celebrar esos días y cada minipaso que avance. De esa forma, mejorarás su autoestima.

• No le hagas sentir culpable:cuando creas que no está haciendo todo lo que debería por mejorar y deja los reproches o las críticas de lado porque sólo le hundirás más. En su lugar es preferible que analicéis las causas y posibles alternativas que se adapten mejor a las energías que tenga ese día.

• No permitas que la depresión sea el centro de tu vida. Deja de darle protagonismo tanto tú como las personas de alrededor porque cuanto más hables de ello, más presión ejerces y más grande se hace. Es importante reservar espacios para comunicarse y poder expresar lo que sentimos, pero no estar 24 horas.

• No dejes de proponerle planes ni de realizar actividades, en su mano está realizarlos o no, pero recuerda que forzarle tú sólo empeorará la situación. Es importante que el resto de la familia continúe con esas rutinas y no abandone ese tiempo en familia, quién sabe, igual en una de ellas se anima y participa.

• No infravalores sus sentimientos: Es posible que te cueste ponerte en el lugar de alguien que tiene depresión si no lo has sufrido, sin embargo es importante que no te rías o que le considere débil, porque vivir con depresión significa precisamente que te cueste el doble o el triple cualquier tarea. No es débil, es un valiente por el esfuerzo titánico que hace cada día y tú por estar a su lado.

Por último, como te he estado diciendo a lo largo del artículo, es importante que si conoces a alguien que sufre una depresión o crees que pueda sufrirla te pongas en contacto con un profesional para resolver tus dudas, aunque como siempre si quieres dejarnos un comentario seremos felices de contestarte a cualquiera de tus preguntas o conocer tu opinión sobre en el tema. Además, en el estudio este año nos hemos propuesto concienciar a todo tel mundo porque tener problemas no te convierte en un ser de otro planeta 😉  ]]>