¿Cuando te enfadas con tu hijo acabas gritándole? ¿Sientes que cada vez que hay gritos de por medio os distanciáis un poco más? No te pierdas el cuento dónde hoy, un cuento dulce que sirve para todos los públicos dónde te hace reflexionar sobre la importancia de buscar las palabras adecuadas para no hacer daño a las personas que quieres.
Se acaba el cole y empieza el verano, la vida necesariamente se organiza de forma distinta y hay más momentos para compartir en familia. Inevitablemente de todo ese tiempo, siempre van a surgir situaciones en el que vas a discutir con tu hijo bien porque quiera salir hasta más tarde y no estás de acuerdo, porque no hizo lo que se comprometió que haría como ordenar su cuarto o simplemente porque es la hora de comer o dormir y no tenemos la misma paciencia. La cuestión es que aunque sabes que no debes perder la calma porque tú eres el adulto, también eres humana y acabas alzando la voz y perdiendo el control de las situaciones.
Con motivo del día internacional del yoga, hoy te recomendamos un cuento muy zen para empezar por el camino de la relajación quitando el hábito de gritar. Puede que con sólo este cuento no consigas dejar de gritar pero quizás si hará que lo pienses 2 veces antes de hacerlo. Porque cuando te enfadas y echas cosas en cara, no vas a conseguir que se solucione nada, al contrario, consigues que la situación empeore y haceros daño mutuamente.
¿Por qué nos gritamos?
Un día, un sabio preguntó a sus discípulos que se habían reunido en su casa para escucharle: “¿Por qué las personas se gritan cuando están enfadadas?.” Uno de ellos le contestó: “Gritamos porque perdemos la calma”. Según otro muchacho, era porque “Lo hacemos para que la otra persona nos oiga bien”. Pero como ninguna respuesta le convencía el maestro les explicó su teoría: “Cuando dos personas están enfadadas, sus corazones se alejan mucho. Por eso, veréis que tienen que gritar mucho porque sino, apenas se oirían”. Mientras todos pensaban sobre este asunto, les lanzó otra reflexión: “¿Y qué les sucede a dos personas enamoradas? Pues que, en lugar de gritar, hablan suavemente. ¿Por qué? Porque sus corazones están muy cerca y las palabras apenas recorren un cortísimo trayecto. Fijaos en una cosa: cuando las relación es aún más estrecha, los amantes ni siquiera susurran, con sólo mirarse ya se entienden“. Para concluir su charla, el pensador les recomendó: “Pensadlo bien. Cuando discutáis, no permitáis que vuestros corazones se alejen. Y, sobretodo, no pronunciéis palabras que os aparten aún más, porque llegará un momento en que la distancia será tanta que no hallaréis el camino de vuelta”. Espero que hayas disfrutado del cuento y una vez más, aprovecho para recordarte nuestra propuesta de talleres express de este año. Cada taller dura 6 sesiones y cada sesión es de 1 hora 2 días a la semana. El horario puede ser tanto de mañana como de tarde y puedes escoger entre Julio y Agosto, pero se realizará en función de las niños que se apuntan. Para que el taller se realice tiene que haber un mínimo de 3 y un máximo de 5 participantes por sesión. El precio del taller son 75€ individual / 70 € hermanos o si traes algún amigo.Si quieres saber la información, no dudes en seguir el siguiente enlace dónde te los detallo todos o también puedes hacerlo a través de nuestro correo electrónico hola@ayudartepsicologia.es o de nuestro teléfono 985338202 Y ahora, me encantaría saber tu opinión, cuando te enfadas ¿eres de las que grita o la que mantiene la calma? ¿cuáles son las discusiones más habituales en casa? ¡Anímate a dejarme un comentario más abajo!]]>
muy bonito
Muchas gracias coltan! 🙂