siempre están anhelando algo, siempre parecen insatisfechos o exigen más a la vida, a los demás o a ellos mismos.Por ejemplo,¿nunca has conocido a nadie que no terminan de abrir los regalos y ya están pensando en lo que se van a comprar de rebajas?   ayudarte estudio psicologia gijonCuando eres madre o padre, una de tus grandes preocupaciones son tus hijos. Tan indefensos, tan pequeños…Te preocupas porque tengan todo lo que necesitan: un techo donde dormir, buena alimentación… y cuando todo eso está conseguido, quieres que saque buenas notas, que tenga amigos o el último modelo de zapatillas…  Ese tipo de preocupaciones acaban cegando tanto a algunas familias que olvidan preguntarles a sus hijos que quieren ellos realmente, sólo inferimos lo que creemos que pueden necesitar.Probablemente si lo hicieras, descubrirías que disfrutan con cosas simples, quizás como tú o como yo misma: abrazos, 5 minutos de tu día o una sonrisa tuya.   En la sencillez es dónde está la felicidad, esa que todos buscamos como el santo grial. Sin embargo, si tuviera que escoger una época en la historia, en cuanto a inteligencia emocional, hablaríamos más del barroco que del minimalismo. Pensamos que la vida necesita ser complicada, con muchos detalles y aventuras emocionantes, pero ¿de verdad eso te da la felicidad?   Párate ahora mismo en el artículo y reflexiona sobre esta pregunta que te voy a hacer: ¿has pensado alguna vez cuántas veces te dedicas a pensar en lo bueno que te ha pasado durante el día y cuántas en lo malo? Apuesto y creo que no me quemo, que la mayoría de las preocupaciones que te estresan en tu día a día no son por situaciones positivas. Nos cebamos y a veces incluso nos regocijamos en lo negativo, cuando lo verdaderamente importante lo tenemos delante de nuestro. Y para ilustrarlo, nada mejor que un cuento. Uno de recursos que tanto utilizamos en el estudio y que tanto nos gustan. Este es nuestro “regalo”de reyes para ti:

El zar y la camisa

  El zar se encontraba enfermo y, preocupado por los malos pronósticos que le habían dado, reunió a sus súbditos y les dijo: “Daré la mitad de mi reino a quién me cure”. Los sabios de la corte se reunieron a deliberar, pero por más vueltas que le dieron no encontraban la solución. ayudarte estudio psicologia gijonDe repente, uno de ellos se levantó y les propuso lo siguiente: “Si encontramos a un hombre feliz, que le compren la camisa y que el zar se la ponga. Eso le curará”. Enseguida salieron de palacio emisarios en busca de ese hombre feliz, aunque no aparecía. Unos eran ricos, pero estaban enfermos; otros gozaban de una salud de hierro, pero eran pobres como las ratas; también los había que, ricos y sanos, se quejaban de su mujer o de su hijo…   Una tarde que el hijo del zar había salido a cazar con unos amigos, pasó por delante de una humilde cabaña y escuchó lo siguiente: “Hoy he trabajado y he comido bien. Me puedo ir a la cama satisfecho y feliz”. Al momento, quiso conocer a ese hombre y comprarle la camisa, pero resultó ser tan pobre que ni camisa tenía. Esto nos debería hacer reflexionar que la felicidad no está en las riquezas materiales ni en desear lo que no tenemos, sino en agradecer cada día lo que la vida nos ofrece, aunque pueda parecer insignificante.   El zar aprendió la lección: es fundamental apreciar lo que tienes a tu alrededor y darle importancia, pero ¿y tú? Me encantaría saber tu reflexión al respecto, ¿qué complica tu vida para no conseguir las metas que te marcas? ¿cuántas veces te paras al día para pensar en lo positivo? ¿por qué pesa más lo malo que lo bueno?]]>

Pin It on Pinterest

Share This