mitos para combatir el acoso y mencionábamos que uno de ellos era poder hablar de ello. Los cuentos son maravillosos, no sólo porque ayudan a que tu hijo/a mejore su comprensión, sino porque es la mejor excusa para enseñarle algo sin necesidad de usar esos sermones que tanto les aburren. Por eso, el propósito de Ayudarte es ofrecerte cuentos cortos con los que tu hijo/a pueda obtener pequeñas enseñanzas. Evidentemente, sin tu ayuda será imposible que esto se consiga. Así que esperamos que no sólo te conformes con leer este cuento, sino que hables con tu hijo/a sobre él. Si quieres seguir profundizando en esta temática, también te recordamos el que hicimos sobre las alternativas a la violencia.

El parque de los deseoscuento acoso generosidad no violencia

Mia era una chica pausada, le gustaba perderse en otros mundos porque no le gustaba el suyo: en casa todoeran gritos, en el colegio lo mismo y cuando iba al parque… siempre había niños corriendo y peleando por subirse los primeros en el tobogán o en el columpio, para ello, se valían de gritos, lloros o incluso zancadillas. Así que empezó a pensar que si el mundo no cambiaba, ella crearía uno propio. Durante un tiempo, todo parecía estar bien en ese mundo de hadas, piratas y aventuras. El problema es que su “otro mundo”, cada vez iba a peor. Cuanto más trataba de alejarse, más parecía desmoronarse todo y menos escapadas podía hacer: mamá le gritaba cada día más por no ordenar el cuarto, la profe siempre le mandaba sanciones por no estar nunca atenta en clase y en el parque, ya ni siquiera iba. Estaba claro que su mundo no servía sin el otro, así que cambio de estrategia. Ese día le pidió a mamá ir al parque y cuando le tocaba su turno en el columpio decidió hablar delante de todos los que estaban esperando:
  • Estoy cansada de cómo nos comportamos, siempre hay alguien que no respeta el turno o que pega a otro… Martin, tú siempre eres el que más tiempo pasa esperando en la cola, el que más tarde llegas y el que más peleas. ¿Por qué?
  • Estar en ese columpio es lo que más feliz me puede hacer en el mundo – respondió con un hilo de voz- Me paso 6 horas haciendo los deberes con mamá, me cuesta un montón y sólo los días que consigo terminar a tiempo puedo disfrutar del columpio. Cuando me monto en él, siento que puedo ser el piloto que quiero ser de mayor.
Aquello enterneció a Mia y sin dudarlo dijo:
  • Si tan importante es para ti, hoy soy yo la que te dejo mi turno. Te prometo que cada vez que me lo pidas, yo te cederé mi sitio pero sólo si cada día que alguien tenga un gesto amable contigo, tú lo haces otro por otra persona y dejas de pegar a los demás que están a tu alrededor de tu cola.
Todos los de la fila, no daban crédito. Estaban seguros que una vez que Mia, le diera el columpio, cuento acoso Martin olvidaría esa promesa. Sin embargo, con lo que ellos no contaban es que Martin tenía grabado a fuego esa promesa porque le había impactado la generosidad de Mía, tanto es así que al día siguiente en el parque, fue él el que decidió dejar el columpio y acercarse a un niño que siempre estaba solo. Mia se acercó al niño y le preguntó que le había dicho Martin y él respondió: – Dice que me invita esta tarde a merendar a su casa para que juguemos. Y me ha pedido perdón porque la semana pasada me empujó en la cola. Mia no podía estar más contenta, al fin, había conseguido lo que tanto quería. Al fin, había vencido la injusticia y además no solo había conseguido que su mundo fuera mejor sino el de Martin. Más allá de la violencia, Mía podía vivir tranquila porque esta batalla en el parque la había ganado ella. A partir de entonces, ese parque fue conocido como “El parque de los deseos”, porque allí todo era posible. Y tú, ¿te animas a cambiar tu parque? ¿Qué gestos de generosidad te han asombrado de tu peque?  ]]>

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