Alrededor de los tres años, los niños comienzan a tener curiosidad por el sexo.La tan consabida pregunta, “¿de dónde vienen los niños?” llega antes de lo que uno piensa. Y es sólo la primera. Ése será el inicio de muchas preguntas a lo largo de su vida, que, cómo padre, vas a tener que responder.
La contestación que tú le dás, va a ser clave, porqué sentará la base de la educación y de la relación que tú quieres establecer con él:puede estar basada en mentiras, o puede ser honesta con ellos, tú decides.
Es cierto que a la hora de enfocar este tema, debes tener ciertas pautas. Nayara Malnero, nuestra sexóloga de cabecera, habla de las tres meteduras de pata más frecuentes y cómo solucionarlas:
- Esperar a que te pregunten: Nada de esperar, toma la iniciativa. Aprovecha cada momento en el que haya una oportunidad, como una película, una noticia, una clase en el cole… Es importante integrarlo en un diálogo de forma natural. Nunca es pronto, si sabes adaptar tu discurso a su edad.
2. Quedarte callado: Quizás no es tu tema predilecto, o te de vergüenza o no sepas que responder. Sin embargo, tu hijo debe tener la confianza para poder preguntarte sobre cualquier tema y tú tener una respuesta. Si no sabes la respuesta, búscala, y una vez que tengas la información, habla con él.
3. Pensar que los chicos ya tienen mucha información: A veces, tanta información acaba abrumando, y, ¿quién mejor que tú para ayudarle? Además, aparte de seleccionar la información, podrás desmitificar algunas creencias erróneas que pueda tener, y potenciar otros aspectos, como su autoestima. Si tú no le contestas, buscará otros medios para hallar esas respuestas, como sus amigos, internet, libros…¡Siempre es mejor saberlo por tí!
Normalmente, los nervios y las ganas de escabullirte de esa pregunta, hacen que aplaces su respuesta