La tartamudez es un tema que preocupa a muchas de nuestras familias de Ayudarte. Cada vez son más las que se acercan a resolver sus dudas o manifestar sus preocupaciones cuando su hijo/a comienza a tener problemas para hablar de forma fluida. Sobre todo cuando llega la edad de los 3- 4 años y muchos niños comienzan a repetir palabras, sílabas o sonidos, incluso llegando a sufrir bloqueos o tics. Muchas veces la familia se siente culpable, bien porque no saben atajar la situación o porque creen que la causa tiene origen en ellos. Por ello hoy te traemos en forma de “mitos” las dudas más frecuentes con las que acuden las familias a nuestro estudio. Quizás conozcas a alguien que se las pregunte, así que como compartir es vivir, corre la voz y ayúdanos a derribar algunos mitos.

Mito 1 “La tartamudez se produce por culpa de los padres”

Muchas veces los padres llegan preocupados al estudio, aludiendo que las dificultades de habla en su hijo/a se debe a ellos, bien porque han presionado a su hijo/a en la importancia de hablar bien o porque han sido los precursores de una determinada situación que ha creado un supuesto “trauma” en el pequeño/a. Nosotras siempre destacamos que el papel del ambiente, sobre todo la conducta de los padres, es un factor muy importante para que una disfemia (tartamudez) se establezca en el tiempo, pero no necesariamente es la causa principal del problema. Recordemos que la disfemia se sustenta sobre una base neuronal y biológica.

Mito 2 “La tartamudez es debida a un trastorno psicológico”

En la tartamudez, las dificultades en el habla y los problemas psicológicos o emocionales van de la mano. Este componente psicológico más que la causa es la consecuencia. Esto es debido  a que a veces las personas que presentan dificultades en su habla experimentan las situaciones comunicativas de forma negativa, generando pensamientos distorsionados sobre ellas mismas, dando lugar a sentimientos negativos de culpa, vergüenza o inseguridad. Lo que acaba forjando una baja autoestima.

Mito 3 “Para ayudar a una persona tartamuda lo mejor es decirle que respire y piense bien lo que va a decir”.

Este mito es uno de los más frecuentes. Personas con tartamudez nos afirman que comentarios del tipo “relájate”, “piensa tranquilo”, “respira” por parte del otro locutor son muy frecuentes en su día a día. Estas personas tienen claro lo que van a decir, sus disfluencias son involuntarias por lo que muchas veces no son capaces de controlarlas y este tipo de comentarios no van a ayudarlas. Al contrario, de esta forma reflejamos que le damos más importancia a como lo dicen que a lo que quieren decir.

Mito 4 “La tartamudez se cura”.

La tartamudez no se cura. Lo que se aprende es a controlar de forma voluntaria esos problemas de fluidez mediante técnicas y estrategias, consiguiendo unas experiencias comunicativas mucho más positivas y cómodas. Siempre decimos en el estudio, que una persona con tartamudez va a convivir con ella toda su vida, pero es esa persona la que decide en que momentos quiere controlarla y en que otros quiere dejarla (dis)fluir.

Mito 5 “Los bloqueos o repeticiones se producen en palabras que empiezan por los sonidos /p/, /t/, /k/”

Los sonidos /p/, /t/, /k/ son sonidos oclusivos, esto quiere decir, que para su emisión los labios y la lengua detienen en un primer momento el flujo de aire dentro de la boca, para después ser liberado. Este hecho, hace que a menudo las personas que tienen disfluencias en su habla, presenten dificultades a la hora de pronunciar estos sonidos, ya que es más probable que se produzca un bloqueo al articularlas. No debemos generalizar esta dificultad a todas las personas con tartamudez, pero si es algo que ocurre en una tasa alta.

¿Conoces algún mito más que quieres compartir con nosotras? Háznoslo saber y te resolveremos todas tus dudas.

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