4 conductas a evitar en un divorcio con hijos[/caption] En España, según los últimos artículos en prensa, el 61% de las parejas que deciden casarse, acaban en divorcio. Y a esas familias les hemos dedicado el artículo de hoy, porque se puede “romper el amor” por tu pareja, pero nunca el de un hijo/a. Si para los adultos es doloroso, para los/as hijos/as suele ser difícil de entender.  Por eso, lo más importante es que los/as niños/as sepan que aunque Mamá y papá han decidido ir por distintos caminos, les queréis muchísimo y eso no va a cambiar. No basta con decírselo, también hay que demostrarlo. Hoy os proponemos cuatro conductas a evitar en un divorcio con hijos y os proponemos alternativas para afrontar este proceso de la mejor forma posible.

1. No al hijo/a paño de lágrimas. La confianza padre/madre-hij@ no significa hablar sobre cada detalle de lo que ha sucedido, los niños/as necesitan una explicación de lo que pasa, pero no todos los datos y siempre acorde con su edad. Ellos/as tienen que averiguarlo por sí mismos/as, debemos protegerles y para ello, no será él/ella quién nos escuche o se entere de todo lo que nos ha hecho nuestra expareja De esa forma, podremos evitar que se sientan culpables o confusos.  Así que sí al hijo/a micrófono que se expresa con claridad y pregunta.

2. No al hijo espía. La curiosidad es inevitable, preguntar que ha hecho tú hijo/a es interesarse por él, pero sin interrogatorios. Nosotros/as tendremos que respetar las cosas que decida contarnos (aunque nos gustaría saber mucho más). De lo contrario, el niño puede tener una actitud reservada y cada encuentro con nuestra expareja, lo vivirá con ansiedad y tensión. Sí al hijo libre que nos cuenta lo que quiere de su día.

3. No al hijo cartero. Nuestros/as hijo/as nunca tienen que ser los mediadores o informadores, ese no es su rol. Por tanto, nada de: “Recuérdale que hemos quedado mañana”. Tiene que existir una mínima comunicación con nuestra expareja bien hablando, a través de whatsapps o una agenda. Si la comunicación entre ambos es imposible, tendrá que haber un mediador adulto (abuelos, tíos/as, amigos/as…), pero nunca nuestro/as hijo/as. Sí al hijo  que tiene su rol.

4. No al hijo pelota. Los hijos no debemos marearlos haciendo que tomen partido por uno u otro, esto no es una competición. Las críticas o descalificaciones enfrente del hij@ por actuaciones de la otra pareja, hace que no disfrute de una relación sana con ambos. Por muchas cosas que nuestra expareja nos haya hecho o nos siga haciendo o diciendo, nosotros no podemos ponernos a ese nivel jamás. Nuestro hijo/a necesita saber que no va a decidir “a quién quiere más”, que va a tener un entorno seguro. Por tanto, el tiempo que pase con nosotros será tiempo de calidad con una educación y una rutina (más o menos consensuada por ambos).

Es un pilar básico que los padres negocien unas pautas comunes en la educación. Por ser más permisivos o comprarle todo lo que nos pide, no nos va a querer más… Así que no tratemos de compensarle porque no estamos con él/ella tanto como nos gustaría. Sí al hijo que tiene estabilidad con límites consensuados.

Seguramente que conocéis a alguien o vosotros/as mismos/as podéis estar pasando por un proceso de divorcio y queremos saber vuestra opinión: ¿Se os ocurren más situaciones a las que decir que no?]]>

Pin It on Pinterest

Share This
Logo Ayudarte Estudio de Psicología
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible.

La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.