pedagogías alternativas, que hasta el momento nos eran desconocidas y que de todas ellas de las que más se habla últimamente es del Método Montessori. Muchos papis y mamis nos han contando que después de leer la teoría siguen teniendo algunos problemas a la hora de llevarlo a la práctica. Por eso hoy Paula Peón, experta en educación infantil, te va a dar algunas pautas a seguir a la hora de aplicar esta teoría en casa. Aquí os dejamos algunas recomendaciones a tener en cuenta. – Leer, consultar, buscar información sobre el método. Muchas veces el primer error que cometemos es no tener una base teórica, lo que nos dificulta entender el porqué de algunos materiales o la importancia de seguir algunas pautas concretas. – Autonomía y Libertad para el/la pequeño/a. Esta es una de las bases de esta teoría educativa. El/la peque de la casa debe ser capaz de valerse por sí mismo/a poco a poco, esto se consigue facilitándole el acceso a todos los rincones de la casa. Así el/la niño/a aprende a decidir. ¿Qué ropa quiero ponerme hoy? ¿Cómo me quiero peinar?. Puede ayudar en las tareas desde muy temprano si tiene acceso a los cubiertos, los platos, las servilletas, los vasos.. Con esto se busca que el niño/a sea autónomo/a y que disponga de libertad para elegir. Por supuesto, esto no implica que el/la pequeño/a aprenda a hacerlo todo el/ella solito/a de un día para otro. Debemos acompañarle en estas actividades y ofrecerle otro punto de vista si vemos que tiene dificultades, ¿Cómo? Pues evitando la frase: “No, así no se hace” Sustituyéndola por: “Yo lo haría así” “¿Qué te parece si te enseño cómo lo hago yo?”. Esto es algo que muchas veces nos cuesta muchísimo al no estar acostumbrados/as a utilizarlas en nuestra vida diaria. – Acompañar y no Dirigir. Este también es un punto a tener en cuenta, siempre acompañar, no encaminarle en las actividades, que él/ella decida con qué jugar y el tiempo que desee. Muchas veces es sorprendente ver el tiempo que invierten en una actividad que les gusta, cuando nosotros/as mismos/as pensamos que no pueden estar mucho tiempo concentrados en algo debido a su edad. – El orden. Cada material debe tener su espacio, organizados por dificultad de más fácil a más difícil. Aquí caemos en muchos errores, como amontonar muchos objetos, presentarle materiales demasiados difíciles que pueden frustarle, lo que es totalmente contrario a la idea central de este método que es que el/la niño/a disfrute del proceso educativo. Estos son solo algunos de los puntos más relevantes a tener en cuenta. Hay que tener claro que esta metodología educativa es todo un proceso que conlleva esfuerzo y dedicación. No consigue resultados mágicos aunque está avalada por diversos estudios. Nosotras os animamos a que probéis y experimentéis el mundo Montessori que seguramente os sorprenderá y será de vuestro agrado. No tiene porqué ser una dedicación exclusiva, podéis combinarlo con otras metodologías educativas que también os resulten interesantes. ¿Y tú, que piensas ahora de la metodología Montessori? ¿Qué es lo que motivó a ponerla en práctica? ¿Crees que se puede llevar a cabo en todas las etapas de la vida?]]>