todo o casi todo podemos convertirlo en juego y con motivo de que hoy es el día internacional del juego, hemos pensado en el mejor que se nos ocurre: Decirnos cosas bonitas.
Todo el mundo habla de la importancia de querernos pero ¿qué pasa si sólo te fijas en lo malo? ¿O si sólo hablas con tu hijo/a de lo mal que lo hace porque es un “desastre”? Hace unos meses, os dimos 4 trucos para conseguir que tu hijo/a se quiera más y estuvimos hablando de ello en onda cero (os adjuntamos el enlace para que podáis escucharlo)
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No obstante, una cosa es saber lo que es la autoestima y otra hacerle un hueco en nuestras vidas. Así que como sabemos que puede llegar a resultar difícil (sobretodo si tu chip es el de regañar), vamos a plantearte un modo divertido de cambiar la rutina. Hoy, vamos a conseguir que dejes de lado las excusas: vas a desterrar los “es complicado”, “no tengo tiempo” o “no hace nada bien”. Por experiencia, te podemos decir que cualquier persona hace un millón de cosas al día bien, ¿tu hijo/a va a ser la excepción?
Es posible que a veces esos pequeños detalles parezcan insignificantes, pero no por ello hay que dejar de mirarlas y valorarlas como se merecen. Tu hijo/a te lo va a agradecer más de lo que crees, así que olvida la creencia de que los halagos son para “bebés” y que por el mero hecho de que a tu hijo le sale pelo en el pecho ya no los merece. Error! A todos nos gustan los halagos, al menos si los comparamos con que nos regañen.
Para fortalecer la autoestima, para conseguir que sea bueno en los estudios y no abandone a la primera… Para todo eso, nunca es demasiado tarde. Sin embargo, si en casa no sois de abrazos y no encuentras el momento adecuado, te proponemos un juego. Este juego no es nuestro, está basado en la “caja de los elogios” Matthew Selekman (2005) y nos encanta la efectividad que tiene en niños/as y adultos.
Juego para fortalecer la autoestima y la comunicación en casa
Reúnete con toda la familia que vive en casa, coger un tarro, buzón, caja… En definitiva, un recipiente en el que pueda
- Los papelitos se leerán al final de la semana.
- Prohibido cotillear lo que han escrito otros, todos tendréis que esperar.
- Mínimo 2 papelitos por cada persona que viva en la casa.
- Sólo se pueden escribir cosas buenas (este ejercicio de no es de reprochar y está prohibido que sean malas)
