problemas que si no sabes cómo hacerles frente esos sueños se hacen trizas y la maternidad ya no se vive como algo maravilloso, e implica otras emociones que esperabas como decepción, fracaso e impotencia. Ellos no perdían nada por venir, total ya habían perdido 6 años tratando de inculcar a su hijo los valores y educación que sus padres antes que ellos lo habían hecho, pero él parecía no llevar nada de eso a la práctica ¿Por qué los demás niños eran obedientes y el suyo no? Inevitablemente las comparaciones son odiosas y estaba empezando a pasarle factura a su relación,  a veces no había fuerzas ni de jugar ni había lugar para las risas. Estaban tan encerrados en los problemas del día a día, las comparaciones y las etiquetas negativas que nunca habían reparado en el increíble hijo que estaban criando. Detrás de ese niño impaciente, desobediente y maleducado que todo el mundo se empeñaba en ver, yo vi un niño tierno, lleno de energía y de ilusión…Redescubrir a su hijo fue un camino difícil, pero siempre digo que las ganas de luchar de las familias no tienen límites, a pesar de que la vida no sea como esperas. Siempre estamos a tiempo de hacer y de vivir la vida que soñamos, pero a veces para esa vida necesitamos que alguien nos acompañe y nos guíe en ese camino hasta que podamos hacerlo solos. Sin más, os dejo con su historia: ayudar psicologia psicologo niño adolescente gijonUn hijo duele. Probablemente una de las frases que más he escuchado sin llegar a comprender en mi infancia, y más sentido haya cobrado en mi vida años más tarde. A mí me dolía mi hijo. Me dolía no poder ayudarle… Me sentía totalmente vencida, agotada, y sobre todo fracasada como madre. Mi pequeño dictador de 6 años, estaba a punto de dinamitar toda mi vida, y ni su padre ni yo teníamos fuerzas para evitarlo. Así que una tarde, sentados delante de Nuria con nuestra verdad, nuestros miedos, y nuestras inseguridades, decidimos confiar. Confiamos en sus palabras, cargadas de verdad, en sus consejos, llenos de sabiduría, y sobre todo confiamos en que aquellas lágrimas que de vez en cuando se me escapaban a mí, se llevarían la amargura de los últimos años. Aquellos meses fueron despejando dudas, aclarando roles, y colocando nuevos cimientos para que nunca más, nada ni nadie estuviera a punto de volarlo todo por los aires. Aprendimos a poner límites, a pedir ayuda, a encontrar tiempo para cada uno, y a ser más fuertes. Nuria nos ha dado muchísimas cosas, pero la más importante es que nos abrió los ojos para poder descubrir a un niño maravilloso, divertido, noble, listo, y feliz.  Gracias Nuria por habernos abierto aquella tarde tu puerta.

Mama con su hijo de 6 años

Y sólo me queda deciros: “Gracias a vosotros, gracias a ti también que me estás leyendo  por confiar en Ayudarte y en los artículos que publicamos “. Y es que palabras como la de esta familia son las que llenan de magia el estudio y  no puedo resistirme a no saber cómo van “mis familias”. Nada me hace más ilusión que ver que los sueños se cumplen, son felices, hay risas, los juegos y la creatividad, pero sobretodo optimismo y límites. Que nunca se trató sólo de él y los papis también han aprendido a estar más unidos, a disfrutar de momentos a solas, en pareja y juntos… Que por fin ahora todos sonríen y cuando hay dificultades son capaces de permanecer unidos. Y ahora me encantaría que me contaras tus dudas ¿te sientes identificada con esta familia? ¿has pasado por alguna situación similar? ¿cómo ha sido tu experiencia acudiendo a un psicólogo? ¡Anímate a dejarme un comentario más abajo!]]>

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