¿Tu hijo/a tiene baja autoestima? ¿Cómo ayudarle a seguir adelante cuando no te dice cómo se siente? ¿El autoengaño es una buena salida? ¿cómo lograr que se enfrente a sus problemas? Quizás la respuesta es más sencilla de lo que crees: Pide ayuda y vete a una psicóloga. Con el artículo de hoy queremos que por un instante te olvides de los prejuicios y simplemente leas la historia de “Yazmín”.
Se acerca el aniversario de Ayudarte y no se nos ocurre celebrarlo de otra manera que con un final feliz. Pese a lo que puedas pensar, Ayudarte no somos Alba y yo, también eres tú. Tú que nos lees, tú que nos recomiendas, tu que confías en nosotras o tú que llevas estos 5 años a nuestro leyendo cada artículo y alegrándote de nuestros avances en cada paso del camino. El trabajo del psicólogo y del logopeda es complejo, la primera misión es conseguir que cuando entran por el estudio transmitir esperanza. Pero, ¿Cómo conseguir que un niño, adolescente o joven confíe en nosotras cuando has perdido la seguridad en todo? La respuesta lo sabe bien la protagonista de nuestra historia. Ella se convirtió en Yazmín el último día de sesión. Los últimos días de sesión me encanta hacer un balance para saber todo lo que las personas han mejorado.
En el caso de nuestra Yazmín particular, tenía baja autoestima y por eso se desvivía por agradar a los demás sin plantearse realmente lo que ella quería de verdad. Además, no sabía gestionar sus emociones y le costaba enfrentarse a sus problemas. Por eso, solía procrastinar sus tareas o autoengañarse pensando que estaba mejor de lo que estaba. Todo ese cúmulo de “pequeñas cosas” que fue dejando pasar se hicieron una bola que la aplastaba día a día tanto a ella como al resto de áreas de su vida produciéndole bastante malestar. Sin embargo, con los problemas sucede algo muy curioso, mientras que no los dices en alto es como si no existieran y Yazmín no estaba por la labor de cuando me conoció.
“¿A un psicólogo? No lo necesito, si yo estoy bien. En un principio no confiaba en que una persona externa a mí me pudiese ayudar, lo primero porque no veía nada malo y lo segundo porque ir a un psicólogo pensaba que era como si estuviese mal de la cabeza. Los primeros meses yo no le contaba la verdad de cómo me sentía porque veía todo de color de rosa, hasta que un día me di cuenta de que necesitaba cambiar algunos aspectos de mí o de mi conducta.
Poco a poco haciendo ejercicios, hablando de los problemas que tenía con amigos, chicos, familia o conmigo misma empecé a hacerle caso a llevar algunas pautas y darme cuenta de que haciendo lo que hacía solo me hacía daño a mí misma.
Había momentos que veía que nada cambiaba, que no avanzaba y ella me decía “date un tiempo, ya llegará” y es verdad; cuando yo empecé a cambiar mi conducta, mi forma de ver las cosas, de comportarme todo fue a mejor.
Al final yo ya sabía hacer las cosas bien y sola, mi autoestima estaba muchísimo mejor, me entendía con mis padres y no necesitaba que los demás me dorasen la píldora para quererme y sabía gestionar mis sentimientos y nervios. Yo no quería ir a Nuria y ahora no me arrepiento de haber confiado en ella, porque gracias a su esfuerzo y el mío soy una persona más feliz.
Gracias Nuria por tanto.”
Después de estas palabras sólo me queda darte las gracias querida Yazmín. Gracias por seguir peleando cuando no tenías fuerzas, por creer en mis palabras, aunque al principio estuvieran vacías. Sé que los comienzos no fueron los mejores, pero el final no pudo ser mejor. Sigue compartiendo con los demás tu alegría y tus emociones.
Y ahora nos encantaría saber tu opinión, ¿tus hijos o tú fuisteis al psicólogo? ¿Fue difícil tomar esa decisión? Haznos un poco más felices en este aniversario y ¡comparte tu experiencia o déjanos un comentario más abajo!/p>
Hola, tengo mi niña de 12 años, le da miedo o vergüenza hablar en público, no habla de lo que siente y siempre me contesta que esta bien aún yo viendo que no es así, llora por casi todo, ha empezado a comer demasiado, tiene miedo a bajar sola a su habitación al salón… No expresa lo que siente a nosotros, me dice que. A veces su corazón se acelera estando en reposo, se lleva muy mal con mamá…
Necesito saber cómo ayudarla
Graciasss
Hola Diana! Los 12 años es una edad difícil, si anteriormente no ha hablado de sus emociones, es complicado que en la adolescencia se exprese. Lo del tema del corazón, si has ido al médico y ha descartado cualquier problema físico, podría ser que está sufriendo algo de ansiedad, producida probablemente por sus miedos o su tristeza. La mejor forma en que podrías ayudarla sería acudir a un psicólogo en tu zona que consiga darle herramientas para superar sus problemas. Gracias por tu comentario!