cuanto más lo hagas, más refuerzas su miedo. Los miedos siempre deben ir paso a paso e ir superándose de forma gradual. El problema que surge muchas veces es que, aunque detectamos que existe un problema nos cuesta tomar una decisión por cuestiones como ¿será demasiado pequeña? ¿la psicología nos ayudará?, la familia de hoy lo tenían muy claro: llevan días sin dormir y no iban a permitir que esto se enquistara en la relación tan buena que siempre habían tenido. Porque si, quieres a tus hijos mucho, pero también surgen otros sentimientos como frustración y cansancio que acaban afectando a tu propia gestión de la situación y el concepto que tienes de ti mismo, aunque tú seas el adulto. Es cierto que trabajar con niños tan pequeños requiere un reto, ya que su comunicación siempre es más limitada, pero el idioma de las imágenes, de las canciones y de los juegos es universal. Además, tenía la suerte de que ella era muy dulce y alegre y eso, sin duda, hace que las sesiones fueran muy divertidas y llenas de ternura (ahí comprendí porque a sus padres les costaba tanto ayudarla). Lo importante en cualquier intervención es fijar ciertos objetivos, en este caso, estaba claro que eran:
- Superar su miedo a la oscuridad poco a poco y ofreciéndole recursos y herramientas a la familia para comprender el miedo y los pasos de intervención que se iban a ir haciendo.
- Potenciar una buena relación con su hermana
- Mejorar la comunicación emocional en casa
- Aprender a gestionar sus enfados y dar pautas a la familia para saber hacerlo.
Lo cierto es que, al cabo de unos meses, la peque empezó a enfrentar sus miedos y a construir una buena relación con su hermana porque había aprendido que “No tenía que estar a la defensiva, ya podía vivir sin miedo a que la dejaran de lado” y eso al final también repercutió en la relación con sus padres. Aunque quizás es importante que sean los propios protagonistas los que hablen de ello: ” La vuelta al cole ha sido genial y se va ella solita a su camita, se lleva un montón de muñecos para no estar ‘zolita’, pero al menos se va sin miedos y se duerme ya ella sola… Muchas gracias Nuria por ayudarnos a comprender los miedos de nuestra hija y a saber llevarlos con tranquilidad. Gracias además por darnos pautas para gestionar sus enfados y alentarnos a mejorar nuestra forma de comunicarnos con ella. ¡Mil gracias!”
Mil gracias de verdad por todo, nos has ayudado un montón y yo noto mucho cómo ha mejorado mi relación con mi hija ^_^
Como siempre digo, gracias a vosotros por la confianza que depositáis en mí, por vuestras palabras y seguir las pautas que marcamos tan, tan bien. Nada de esto es posible sin vosotros. Y como siempre decimos y no nos cansamos de decir, si quieres compartir alguna de tus experiencias sobre tu visita al estudio, los miedos de tu hijo o sobre si crees que la prevención es posible… No dudes en escribirnos más abajo, ¡nos encanta leer tus sugerencias y opiniones!]]>