miedo en unos días como estos. Halloween cada vez está siendo una celebración más popular en nuestro país. Una celebración, por regla general debería ser algo alegre, aunque deja de serlo para muchos niños cuando los invitados a esa celebración son monstruos, vampiros o zombis, justo aquello que más temen. Es cierto, que el miedo a este tipo de seres comienza a partir de los 2-3 años y que suele ser pasajero. Pero también es cierto, que algunos no superan este miedo hasta los 9 años más. Lo pasajero se convierte en permanente y pasa de ser un miedo a una fobia.Para prevenir esto o simplemente para poder hablar de ellos de una forma diferente, hemos creado un cuento que pretende ayudarles en este momento para que se sientan más comprendidos.
Hernán y sus monstruosos miedos
Hernán era un niño de 6 años muy creativo, le encantaba soñar en otros mundos. De día era feliz hasta que llegaba la noche, ahí Hernán tenía un miedo atroz a todas las sombras que había en su cuarto, el más mínimo ruido hacía que gritara para que su mamá fuera a ayudarle. Si hubiera podido, el mismo habría corrido al cuarto de sus padres, pero eso significaba recorrer un pasillo enorme y no podía arriesgarse a que le pasara algo. Estaba convencido que a mamá y a papá jamás le harían nada, ellos eran mayores y sabían cómo defenderse. Pero, él ¿cómo lo haría? Una noche mamá decidió acabar por todas con esa temible la oscuridad:-- Hernán, ¿qué pasa con la oscuridad? ¿a qué tienes miedo?- preguntó preocupada mamá.
- Pues… es que ¿y si me pasa algo? ¿y si vienen a por mí?- dijo Hernán con un hilo de voz.
- Pero Hernán, ¿quién te iba a hacer nada?
- Los… ¡los monstruos!- exclamó asustado.
- Mmm haberlo dicho antes! Tengo la clave para ayudarte. Espera un segundo- explicó saliendo rápidamente de la habitación.
- Mami, ¿qué es esto?
- Mi caja para evitar que los monstruos se escapen por la noche y hagan de las suyas. Abre la caja Hernán- dijo con voz suave su madre.
- Mira Hernán, todos esos son monstruos que me asustaban mucho mucho como a ti. Hasta que descubrí que ellos salían por la noche porque no conocían otra cosa. Empecé a cazar el primero, dibujándolo y luego por el día abría la caja para que saliera a estirar las piernas. Sin embargo, por la noche le encerraba en la caja para que no me asustara a mí. Fue hacerlo y deje de verlos, quizás tu puedas hacer lo mismo con los que te persiguen.
El miedo siempre es a lo desconocido, lo otro es respeto, precaución, no asusta tanto.Si tratas de conocer lo que te asusta, ya no sera miedo
Efectivamente Coltan y por eso tratamos con este cuento que deje de ser tan desconocido y podamos hacer algo contra el miedo.