Ojalá esta fuera la historia sólo de uno, pero por desgracia, es la del 30% de niños que acuden al colegio.
Por eso, conmemorando que el lunes fue el día mundial de la no violencia. Hemos decidido ofrecerte unos consejos que pueden ser muy útiles para prevenir y saber qué hacer en caso de que tu hijo sea uno de esos niños.
El cole no siempre puede ser fácil pero si le añades críticas, humillaciones, burlas y agresiones de forma continuada se puede convertir en un infierno y ese abuso de poder recibe el nombre de acoso escolar, un tipo de violencia. Aunque para suavizarlo y por tratarse de menores, probablemente lo conozcas con el nombre de “cosas de niños”. Llamarlo así es uno de los mitos garrafales que cometemos en nuestra sociedad porque no nos hacen ni prevenir ni detectar el problema y mucho menos, proponer soluciones al respecto. Para que esta situación cambien, desde el estudio, hemos hecho la guía Superpapis esta semana:
- Fomentar la comunicación en casa. Esta es la parte que más les cuesta a los padres que vienen al estudio. Hay personas que están más acostumbradas a hablar de sus sentimientos y otros, que son más reservados. Justo para estos últimos, es imprescindible promover actividades y juegos que refuercen hablar de sentimientos y técnicas asertivas para que cuando tengan un problema sean capaces de enfrentarlo con éxito. Si queremos que tengan relaciones sanas con los demás, es necesario que empiecen por ti a desarrollarlas y las aprendan en casa. No obstante, ellos no deben ser los únicos que compartan sus sentimientos. Como siempre decimos, tú también debes hacerlo con ellos.
- Compartirlo con sus amigos y con los que tiene más confianza. El gran problema del acoso es que se sienten aislados y todo se mantiene en secreto. Sin embargo, deben de hacer justo lo contrario. Puede que sus amigos no sepan ayudarles o no puedan, pero el hecho de puede liberar esa carga va a reforzar la confianza en los demás y su autoestima. El hacer participes a los demás, genera consuelo y empatía para comprender al otro y consiguen romper la barrera del silencio y el aislamiento.
- Ignorar y alejarse de la persona que le está haciendo daño. Como dice el refrán “el mejor desprecio es no hacer aprecio”. A veces puede resultar complicado, porque el agresor va a buscarle, pero debe lograr distanciarse. Aunque en ocasiones se muestre simpático, jamás debe bajar la guardia. Es primordial que sepa diferenciar lo que es un amigo y el que no lo es. Para ello, debe quedarle claro el mensaje de que “Alguien te insulta o te obliga a jugar si no quieres, no es tu amigo”.
- Busca apoyo en tus compañeros, quizás tu hijo no pueda defenderse por sí mismo o aunque lo haga, no le resulta cómo espera. Por tanto, lo mejor es que recurra a otros compañeros a los que el agresor respete más y no se vaya a meter con ellos. Basta con que se acerquen a ellos o se hagan amigos para que deje de intentarlo en muchos de los casos. A los demás compañeros, cuando les cuente la situación, seguramente surgirá alguno que le ayude y eso le devolverá la confianza que ha perdido.Muy probablemente conseguirá involucrar a más niños que como espectadores de la situación, no hacían nada por miedo a que les pudiera suceder a ellos.No obstante, cuando vean que hay un nuevo grupo fuerte, se unirán a él.
