1. Comprender el vocabulario del texto. En la gran mayoría de los casos, es posible que tu hijo/a no comprenda el vocabulario y trate de comprender demasiadas palabras por contexto. Por desgracia, todos conocemos cómo se adquiere vocabulario: consultando el diccionario o escuchando palabras nuevas. ¿Y cómo conseguir que lo haga? En su día, te propusimos 3 juegos tradicionales que ayudarían a que mejorase. Hoy te damos uno más que nos resulta muy útil y que sólo te llevará 5 minutos de tu tiempo es el: Concurso de rapidez, el objetivo del juego consiste en que tú elabores una ficha con 6 palabras y que sea capaz de encontrarlas lo más rápidamente posible en el diccionario (basta con que las señale y luego te explique que cree que significa). Cada día, deberá practicar para superar su tiempo. Si eso no te convence, te tocará a ti el hablar con él/ella utilizando palabras más complejas. Por ejemplo, cambia que algo es aburrido por algo es tedioso. En el estudio solemos hablar con un vocabulario que para ellos/as es raro justamente para fomentarles curiosidad y aumentar su nivel.
  1. Localizar la idea fundamental. Es decir, que tu hijo/a sólo se centra en lo anecdótico o en los detalles: en si el barco era azul o rojo pero no en el objetivo del texto. En Ayudarte, jugamos a los detectives y tratamos de localizar una palabra que sea el tema del texto, sólo una. En algunos casos aparecerá en el texto y en otros tendremos que crearla.
  1. Expresar adecuadamente lo que acabas de leer con conectores. En este conectores textuales resumen caso, nos gusta jugar a palabras prohibidas para crear historias. ¿Cómo jugamos? Prohibimos decir “pero”, “también”… aquellos conectores que son más comunes y deben cambiarlo en sus historias por otros más complejos como: Sin embargo, En vez de, Por otra parte… Para crear historias puedes utilizar Bla bla bla del que te hablamos en el artículo 3 juegos para fomentar la creatividad y el lenguaje de tus hijos.
  1. Condensar la idea en 2 o 3 líneas. Normalmente si les pides que resuman algo, empezarán a contarte la historia de principio a fin. Por eso, nosotros jugamos al teléfono escacharrado de una forma particular: Uno (le llamaremos A) saca una tarjeta (dónde pone títulos de cuentos o de películas como Caperucita Roja o Del revés) y dejamos que el que lo ha visto le resuma el argumento sin límite de líneas al compañero/a de su derecha (llamado B). Una vez que A ha terminado, le pedimos que B consiga resumirlo a la mitad y se lo explique a C (a veces hemos puesto límite de tiempo: 1 minuto y medio) y una vez que eso está logrado, C deberá hacerlo en 3 líneas para D (en menos de 30 segundos) y D deberá adivinar de que película o cuento se trata y escribir el resumen que ha escuchado en la pizarra.
Y ahora, nos encantaría saber ¿qué problemas concretos encuentras con tu hijo/a a la hora de resumir o comprender? ¿Qué es lo que mejor le funciona? Tu opinión y tus trucos sobre cómo consigues que tu hijo/a resuma cada día mejor seguro que serán una gran aportación para otros papis/mamis que ya no saben que más hacer.]]>

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