Ayer fue el día del libro, ya lo has celebrado comprándole un libro a tu hij@ y ahora ¿cómo le sacas el máximo rendimiento? ¿cómo consigues que no se quede en una esquina como el resto de libros? No te preocupes, la guía Superpapis viene al rescate con la solución a todos tus problemas.   ayudarte estudio psicologia gijonHoy en día hay libros para todo, hasta para “trabajar emociones”. Además, incluso puedes elegir: desde recopilaciones de cuentos cortos que hablan de diferentes emociones, diccionarios emocionales y una síntesis de libros dónde hay cuentos y entre medias hay una explicación de dicha emoción. Pero sinceramente, ¿Crees que eso es suficiente para que tu hijo comience a identificar, expresar y manejar sus emociones? ¿O que te vaya a hablar de ello como un libro abierto?

Libros e inteligencia emocional

En el estudio nos damos cada vez más cuenta de que las familias esperan que ese libro sea un libro mágico que consiga solucionar un problema determinado que esté teniendo su hijo/a de forma sencilla. Ojalá fuera tan fácil como leer un libro a un niño/a y que de pronto se produjera el “milagro”.

No te engañes, el mundo emocional es más complejo de lo que piensas y a veces un mismo cuento o libro puedes utilizarlo en varias etapas de la vida del niño/a, sobre todosi el libro está cargado de mucho contenido emocional y los personajes son muy variados o experimentan diferentes emociones. Nosotras en el estudio tenemos libros específicos y algunos cuentos cortos sobre emociones, pero los que realmente acaban impactando a los niños son las historias creadas por ellos mismos. Por eso, al final debes entender que el libro es una excusa para que tu hijo aprenda y desarrolle sus emociones.

El primer día que leas ese libro o cuento con tu hijo es muy posible que sólo preste atención a una parte de la historia o se quede en lo anecdótico o sólo recuerde el final. Pero no te preocupes, lo normal es que suceda eso y que tengas que leerlo una y otra vez. Pasa lo mismo con las películas, a veces han pasado tantas cosas o hay tantos mensajes escondidos que necesitamos verlas varias veces o incluso según pasa el tiempo tú vas teniendo diferentes interpretaciones.

Recomendaciones para trabajar emociones con los niños

Lo esencial para conseguir que un libro ayude a tu hijo a explorar su mundo emocional es que no tiene que ir con el apelativo emocional porque las historias ya son emocionales por ellas mismas. Y si además de eso quieres el éxito asegurado necesitas tener en cuenta las siguientes recomendaciones: ayudarte estudio psicologia gijon

No sólo lo focalices en él, también puedes preguntarle cómo reaccionarías tú o un amigo suyo.

Por ejemplo, ¿y qué crees que le diría yo a un niño si no me invita al cumpleaños? Uno de los errores más comunes es convertir en un interrogatorio hacia el niño y comenzar a atosigarle con todo tipo de preguntas con el tema, es como si nos dieran barra libre. Puedes preguntar Puedes leer el libro varias veces y hacerle todas las preguntas que necesites, pero dosifícate para que no se convierte en un monólogo. La repetición de un libro ayuda mucho a tu hijo a conocer el libro, pero también a tratar de imitar alguna conductaque quieras que reproduzca o de la que hable.

En cada ocasión que lo lees puedes centrarte en darle más importancia a un tema o profundizar en un personaje.

Por ejemplo, en algún personaje secundario: la relación del protagonista con su maestra,  el enfado de alguno de sus compañeros, la  amistad entre los personajes, la tristeza de su hermano…Un libro tiene multitud de oportunidades y aunque no lo creas, tu hijo no esperará que le des ese giro a la historia o que acabes hablando sobre ese tema. Así que ese factor sorpresa te permitirá que la conversación también surja de forma más espontánea.

ayudarte estudio psicologiaSi el final o la conducta de algún personaje (aunque sea secundario) no te gusta, podéis ofrecerle algún consejo.

No te ciñas a una historia y tratad de pensar ideas creativas para resolver conflictos. Por ejemplo, a Antón le veo solo ¿qué podía hacer para tener más amigos? Probablemente tu hijo se Antón, pero estoy segura de que le costará mucho menos darle un consejo a Antón que a él mismo. Externalizar el problema ayuda a encontrar soluciones.

Trabaja la expresión emocional recordando con tu hijo alguna anécdota en la que hayas sentido algo parecido a los protagonistas.

La primera ley en ayudarte es que, si tú quieres que hablen, tienes que hablar tu primero. Todo el mundo dice que habla con sus hijos, pero ¿de qué hablas exactamente con ellos? ¿del tiempo? ¿le enseñas vocabulario? ¿o te dedicas a hablar de cómo te has sentido? Compartir esos momentos con tu hijo no sólo refuerzan ese vínculo, sino que refuerzan la importancia de hablar de sus emociones.

Ahora nos encantaría saber cómo consigues que tu hijo habla de sus emociones, de si piensas que los libros son útiles o si tienes algún truco para que tu hijo/a hable más sobre cómo se siente.

Pin It on Pinterest

Share This