¿Tu hijo sufre acoso escolar y no cree que pueda salir de ello? ¿está desanimado y desencantado? Cuando estamos en una situación de acoso, como padre y madre te produce impotencia y en ocasiones es difícil ver la solución a los problemas, por eso con el artículo de hoy te hablo de un caso real.
La adolescencia es un momento crítico dónde se construye la identidad de una persona. A lo largo de la adolescencia, la autoestima puede sufrir cambios según las experiencias que el adolescente va teniendo: desde sufrir acoso escolar hasta sentimientos de inferioridad al compararse con los demás… En general, puede ser una época confusa dónde se apoyan y confían más en los amigos (a pesar de que pueden ser reservadas hasta con ellos), en vez de en sus padres y en ocasiones ni los amigos ni los padres pueden ayudarles a comprender que les está pasando.
Muchas veces me encuentro en el estudio con adolescentes y jóvenes que están desencantados con la vida. Que, a pesar de su corta edad, ya se han cansado de luchar. Son tantos los palos que han recibido y que nadie ha conseguido darles herramientas para superarlos que vienen sin esperanza. Hacía un año que había abierto el estudio y entonces tuve la enorme suerte de conocer a la chica que protagoniza el post de hoy. Me sobrarían adjetivos para describirla a ella y a su historia, porque tras todo ese dolor, se escondía una chica entrañable, creativa y sensible que había olvidado quién era ella hacía mucho tiempo.
El acoso escolar deja heridas difíciles de cicatrizar, hay quienes se deprimen, quiénes huyen del dolor, quiénes se enfadan con la vida y hay quienes son como montañas rusas que tan pronto sufren como les invade la ira. En esa montaña fue dónde la conocí y por desgracia, muchos jóvenes que acuden al estudio se encuentran en una situación parecida, por eso en ese intento para visibilizar el trabajo del estudio y escoger casos reales de la mano de sus protagonistas la escogí a ella. Merece la pena que leas esta historia y si conoces a algún/a chico/a en una situación similar le animes a que lo lea también porque sus palabras son un canto a la esperanza que siempre es importante leer. Gracias por tu generosidad, gracias por tus palabras.
“Cuando pierdes el sentido de la vida, cuando dejas de ver la vida como algo capaz de ser disfrutado y lo ves como una sombra que te oscurece día tras día, llegué a un punto de no retorno en su día. No veía solución a mi existencia ni a saber resolver mis problemas, tenía miedo de contar mis ganas de desaparecer y no ser escuchada y entonces me encerré en mi misma.
Pero todo tiene un principio y un final, y alguien recorrerá ese camino, para bien o para mal, para hacerte caer o ti
rarte, o bien para levantarte y lanzarte a lo más alto del cielo. A mis 19 años había sido la niña que había sufrido acoso escolar durante unos ocho años, bien pudieron ser más años pero ya hay cosas que he ido olvidando, conflictos en el hogar, había consumido drogas blandas durante tres años (siendo dependiente) y lo había dejado a los 17…había sido la niña que alguna vez había pensado en quitarse la vida y que solo la idea del sufrimiento de su madre la hizo recapacitar…. Son tantas cosas que cuando aparecí en la consulta de Nuria solo sabía estar a la defensiva, estar destrozada por dentro, estar llena de dolor y de ira, pero con ganas de cambiar, o de volver a ser yo misma.
Creo que hay personas que llegan a nuestras vidas en el momento indicado o bien hacen que sea el momento indicado, aún me lo cuestiono. Fuese de una forma u otra, ha sido la persona que más me ha escuchado y ayudado hasta el día de hoy, puede sonar triste, pero superaba a mi familia en aquel momento en cuanto a escuchar.
Durante los meses que estuve con ella todas las actividades y propuestas, mis ejercicios semanales de reflexión, escribirme una carta a mí misma, saber perdonar y perdonarme, saber expresarme y hablar las cosas, ver las cosas desde distintos puntos de vista, me ayudaron enormemente.
Una carta nunca será el reflejo de lo que hizo por mí, yo entré por la puerta con mi expresión de “con el hacha de guerra” y “calentita por dentro” y salí siendo la persona de la cual me siento orgullosa cada día, aprendiendo de mis errores y corrigiéndolos, nunca podré agradecerle como me trató, pues muchos dirán que es su trabajo, pero previamente había ido a tres psicólogos más y nunca me habían ayudado realmente.
Solo tengo algo que añadir, solo puede ser ayudado aquel que quiere ser ayudado, uno no puede ser obligado a cambiar, pero si a ver las cosas desde distinto punto de vista, y eso ya será el principio de un gran final.”
Lo único que podemos contestar a este testimonio es recomendando el vídeo de Brooks Gibbs para defenderte de los acosadores y si no sabes cómo salir de esta situación pidas ayuda a tus familiares o a expertos en ello. Del acoso escolar, se sale
Y ahora nos encantaría saber tu opinión sobre este tema ¿tu hijo adolescente sufre acoso escolar? ¿qué estrategias le ofreciste? ¿qué le dirías tú a otros padres para ayudarles en una situación similar? ¡Anímate a dejarnos un comentario seguro que tu experiencia ayuda al resto!
