¿Cómo saber si están acosando a tu hijo? ¿Por qué acosan a unos niños y no a otros?¿Existe un perfil de víctima en el bullying? Hoy tratamos de responderte a estas y otras dudas que puedes tener respecto al acoso escolar.
Cada día al leer las noticias aparece un nuevo caso y eso te estremece aún más ¿le estará pasando a tu hijo y tú no lo sabes? Para el acoso escolar hay muchas justificaciones “a mí a su edad también me pasó y aquí estoy” o el clásico “siempre ha existido y nunca ha pasado nada”. Sin embargo, todas esas frases quedan en nada cuando es tu hijo el que lo está sufriendo. Necesitas soluciones, pero también saber si hay algo por lo que preocuparse para poder prevenir casos como el de hace unos días en Mallorca con una niña de 8 años.
Factores que pueden hacer más vulnerable a un niño/a para sufrir acoso escolar
No se puede hablar de un perfil, porque cualquiera puede ser víctima de un agresor en un momento dado. El agresor sólo necesita una oportunidad dónde vea inseguridad o miedo en los ojos de tu hijo. Ese momento de “flaqueza”, le servirá al agresor para utilizarlo a su favor y aprovecharse de él, lo que se denomina asimetría de poder entre víctima y agresor. Aunque por otro lado ¿cómo no sentirse así después de que te aíslen, te insulten, te amenacen o aún peor te agredan físicamente?
Además de la asimetría, existen otras características que hacen que un niño sea más susceptible que otro para sufrir acoso y aquí te resumimos las más frecuentes para que lo consigas comprender mejor:
- Baja autoestima
- Dificultades en la relación con los demás.
- Menos fuertes físicamente que el agresor
- Rasgos diferentes al resto
- Incapacidad para buscar soluciones.
Baja autoestima
Si tú no te quieres, está claro que el agresor va a aprovechar esa situación en tu contra para que te sientas aún peor. Lo cual hará que tu hijo se forme una visión negativa de sí mismo: más torpe, incapaz de enfrentarse ni hacer nada por sí mismo.
Dificultades en la relación con los demás.
Si te cuesta hacer amigos o tienes muy pocos, va a estar en el punto de mira de los agresores. Sin un grupo fuerte que consiga que se protejan los unos a los otros, tu hijo se convertirá en una víctima y estará aislada.
Tímidez frente a los demás:
Eso significa que sabe que no van a delatarles delante de profesores, padres u otros amigos.
Menos fuertes físicamente que el agresor
Es lógico pensar que si son más pequeños o bajos es más fácil meterse con ellos. Por eso, muchas víctimas quieren crecer o ser fuertes y grandes. Piensan que eso les ayudará frente al agresor.
Rasgos diferentes al resto (obesidad, gafas, forma de vestir, raza, sexo…)
Cuanto más destaque de una forma u otra, más fácil es ser el blanco de envidias y críticas. Tener una personalidad única y original, a veces conlleva, que los demás te juzguen y estés más expuesto. Aunque desde el Estudio siempre decimos que ¡Viva la originalidad! Los demás son los que tienen que lidiar con eso. La diferencia mola y no deberías cambiar porque suponga un riesgo de bullying.
Incapacidad para buscar soluciones de forma autónoma.
Si a ti ya te cuesta darle soluciones, imagínate cuando eres más pequeño. Necesitan saber que pueden hacer en esos casos de bullying, algunos ya lo saben de forma innata pero otros necesitan desarrollar esas habilidades.
Como nos encanta descubrir tus opiniones y tus dudas sobre el bullying, será genial si nos cuentas si tú añadirías alguna característica más o conoces otros niños que han podido pasar por una situación similar de bullying.