Nuestra sociedad considera el duelo como un tema tabú del que es difícil hablar. Por tanto, como adultos nos cuesta gestionarlo y más aún educar a nuestros hijos/as ante la pérdida o la muerte.
El primer instinto es evitar que sufran o se pongan tristes y en muchas ocasiones, hace que los adultos disimulen delante de los niños sus emociones o hablar de ello. Por ello, no sólo les enseñamos a evitar este tema, sino que somos artificiales en nuestra actitud y comportamiento y además, minimizamos lo que ha sucedido para que genere un menor impacto con nuestras palabras como “Nos ha dejado”, “Se ha ido” “Ahora descansará” . Así que en el siguiente artículo, te hablo sobre los principales mitos en torno al duelo infantil:
Mitos sobre el duelo infantil
Mito 1. “Es muy pequeño, no lo va a entender” Los bebés y los niños pequeños no elaboran el duelo
Uno de los mitos más importantes que ha habido en el duelo infantil, es que a los bebés o a los niños/as no les afectaba porque eran inmaduros para asimilarlo y elaborar el duelo. No obstante, estudios recientes y quizás con la pandemia mundial en el que hubo millones de muertes, esa visión, afortunadamente ha cambiado. Autores como Reyet y sus colaboradores en 2020 aclaraban que estudios recientes han establecido que la pérdida de un ser querido es uno de los eventos de la vida más estresantes que un niño puede tener que afrontar y que es un factor de riesgo para numerosos trastornos (Revet et al., 2020).
Aunque todavía hay pocos estudios que lo hayan estudiado en profundidad porque la mayoría se centraban en los adultos y en su tratamiento, se puede establecer que afecta a su desarrollo y en su vida adulta.
Mito 2. “ Acudir al funeral le va a traumatizar” Cuando hay una pérdida en la familia, el menor debe recibir ayuda terapéutica
Por el hecho de que un familiar, allegado o conocido muera no significa que todos los niños/as tengan que acudir a un especialista. Sin embargo, es recomendable observar al menor a lo largo de 3 meses para saber si está elaborando el duelo correctamente o es una pérdida traumática y está elaborando un duelo patológico. En el duelo patológico es cuando se debe intervenir o cuando ha habido una muerte repentina o violenta
y el niño/a está teniendo dificultades para dormir, en su conducta, pensamientos recurrentes acerca del fallecido o impedimentos para retomar las tareas o actividades rutinarias (Nevado y González, 2018).
Mito 3. ““Es mejor no decírselo, podemos hacerle mucho daño” Lo mejor es evitar hablar de la muerte o del ser querido que ha fallecido.
Nunca no hablar del elefante rosa que hay en la habitación va hacer que el duelo se elabore. Es preciso tener espacios para hablar con naturalidad sobre lo sucedido o el fallecido. De lo contrario, el niño o adolescente entenderá que es mejor reprimir sus emociones para no preocupar al resto de su familia y ser una carga o un recordatorio para ellos. Reprimir lo que sentimos, evitar conversaciones o distraernos puede generar un alivio temporal o un autoengaño, pero sólo empeora la situación y enseña al niño a tener una conducta patológica, sentirse solo o incluso llegar a tener ideas suicidas o autolesivas.
Mito 4. El duelo infantil dura un tiempo determinado, por ejemplo 1 año.
No hay un tiempo para elaborar el duelo y lo que eso supone: aceptar que esa persona ha fallecido, gestionar las emociones, adaptar su vida a que no esté esa persona, recolocar al fallecido en un momento en el que el recuerdo no genere un dolor insuperable…
Mito 5. Hay que llorar el hablar de la noticia.
Cada persona elabora el duelo a su manera y no tiene porque producirse de forma inmediata. No todas las personas vamos a reaccionar igual ante ese tipo de noticias. Ver a un niño sonriendo no o distraído, no significa que no esté sintiendo otras cosas o que quizás pueda estar en shock o confundido con el tema de la muerte.
Si quieres saber más sobre el tema del duelo infantil, te recomiendo consejos para saber cómo actuar con tu hijo ante la muerte de un ser querido o Cómo preparar a tu hijo para superar una pérdida o una muerte
Y tú, ¿conoces algún mito más? ¿Tienes dudas sobre el duelo? Escríbenos en comentarios