hay formas de abordar temas delicados y que situaciones como esta son una oportunidad para reforzar lazos y uniros más como familia. Ante un momento angustioso, hay personas que reaccionan de forma positiva y gestionan sus emociones de forma que ayudan y otras personas que, aunque tienen su mejor intención, van a hundir o empeorar la situación. Para no ser de estos últimos es importante que leas hasta el final este artículo.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a afrontar una pérdida?
- Resume la información y no le digas lo que no sabes o seas ambiguo: Tenemos la tendencia de ser extremistas o no hablamos o damos detalles innecesarios que quizás no alcance a comprender, en su lugar, infórmale con un titular de lo que está pasando de forma que pueda entenderlo y deja que tu hijo te formule las preguntas. Quizás te sorprenda de la profundidad que tiene o de todas las dudas que se guardaba para no hacerte daño. Quizás te resulte complicado responder a todas ellas o sientas que no está preparado, si es así lo mejor es que consultes con un experto. Lo más importante es que evites frases como “se ha ido” “nos ha dejado” porque puede confundirle aún más y quizás piensa que volverá.
- Inclúyelo de alguna manera en el proceso y no le mantengas al margen: De la misma forma que tú sabes cuando tu hijo tiene algún problema o una preocupación, él también lo sabe con sólo mirarte. Distanciarte de él en estos momentos, sólo va a conseguir que tu hijo se preocupe más por la situación y le genere más ansiedad. No le abandones en estos momentos y expresa cómo te sientes para que él también pueda hacerlo.
- Permítele sus tiempos: Las personas necesitan un tiempo para reponerse, sobre todo si es la primera experiencia en la que se ha enfrentado a la muerte. Quizás, al igual que tú, no quiera ir unos días al colegio o seguir con sus actividades diarias, en ese sentido no deberías forzarlo. Incorporarse a la rutina le vendrá bien, pero acelerarse no, es mejor que sea tu hijo el que decida cómo se encuentra, sobre todo en los primeros días. No obstante, que no vaya a determinadas actividades no significa que tenga que hablar sobre ello sea tema tabú, todo lo contrario, necesita hablar con alguien sobre lo que está viviendo y si pasado un tiempo no lo hace y si tú no te ves preparado, recurre a un profesional. En el estudio veo a niños e incluso adolescentes que siguen sufriendo y siguen tristes por la muerte de un abuelo o un familiar cercano a ellos por este motivo.
- Olvida los clásicos para ayudarle en su dolor: Es difícil saber qué decir o qué hacer en situaciones así y cuando nos vemos atrapados todos recurrimos al clásico: sé cómo te sientes, el tiempo todo lo cura… No utilices frases hechas y busca en tu corazón algo más profundo, a veces no hace falta decir nada y el mero hecho estar ahí ya simboliza mucho. No quiere tu compasión ni siquiera tus consejos, sólo saber que le comprendes y quizás un abrazo que le reconforte. Puede que nadie que conozcas haya muerto de esa forma o que nadie haya muerto cuando tenías la edad de tu hijo, pero seguro que has tenido una pérdida a su edad. Enfócate en esa pérdida para hablar sobre ti, de cómo te sentiste y cómo la superaste o de cómo te sientes ahora y cómo piensas superarlo.
Y después de estos consejos, llega tu turno. Como siempre estaré encantada de responder tus preguntas, pero a mí también se me agolpan las mías, ¿te ha pasado alguna situación similar? ¿Cómo superasteis esta situación?]]>
Totalmente de acuerdo. Mil gracias por tu comentario!!!☺️
Gracias a ti ????