Ramón y el cole de mayores

Septiembre había llegado y con él, miles de niños/as se preparaban para empezar por primera vez el cole y otros/as para volver al instituto. Ese era el caso de Ramón y Sandra. Ramón, con tan solo 3 años estaba nervioso por empezar la escuela. ¡Por fin iba a ir al cole de los mayores! Ese cole del que tanto le había hablado su madre y que decía que iba a ser muy divertido. Pero… ¿por qué si era tan genial su hermana no estaba igual de ilusionada? Estaba dispuesto a averiguarlo, así que ni corto ni perezoso fue a Sandra y le dijo:  -Sandra, ¿tú me quieres? – ¿Qué pregunta es esa? Pues claro que te quiero, eres mi hermano. ¿ Por qué me dices eso?- preguntó Sandra algo sorprendida. -Mmmm- dudó un instante y al final le dijo- Porque no pareces muy feliz por ir al cole. ¿Hay algo malo? Si hay algo malo tú me lo dirías,¿no? – ¿Malo? A ver, no tienes de que preocuparte, la cosa empieza a ponerse fea cuando eres más mayor, entonces sólo hay libros, libros y más libros, profes horribles y clases aburridísimas- dijo Sandra apenada. Ramón se había quedado muy preocupado y cuando llegó su madre de trabajar le contó lo que había sucedido y ella le respondió con una media sonrisilla.  – Ramón, ¿de verdad te lo has creído? ¡Qué inocente eres! – No…ooo.noo… ¿no es verdad?- respondió sorprendido.  – Sandra tiene ya 12 años y ve la vida de un modo diferente a ti. ¿Cómo está Sandra cuando le decimos que nos vamos al acuario? – Mmm pues dice que es un rollo, que no quiere ir, que se aburre…- contestó Ramón. – Exacto! ¿Y a ti te parece aburrido? – Nooo para nada, veo un montón de peces de colores, puedo tocarlos y aprendo muchas cosas. Me encanta! Hay un montón de juegos divertidos.- dijo Ramón ilusionado.  – Así es, eso mismo es ir al cole. Sandra no te está mintiendo, pero ella lo ve de una manera diferente. Ve el acuario con unas gafas grises y oscuras, que no le deja ver todos los colores que tú ves y por eso le parece un rollo. Pero tú… tú siempre llevas unas gafas de arco iris, así que cuando vas al acuario sólo ves lo bueno y te lo pasas genial. Sandra no ve que el cole te enseña a defenderte de la vida y aprendes cosas importantes como por ejemplo cómo repartir una tarta de chocolate cuando sois muchos o cuantas cosas puedes comprarte con 5€, te cuenta cuentos antiguos, conoces lugares increíbles, descubres más sobre las piedras que tanto te gustan y aprendes sobre un montón de animales que aún desconoces… Aunque lo más importante es que si estudias mucho, estarás un poco más cerca de ser el bombero que quieres ser.  – Y… ¿dónde puedo comprar esas gafas?  – ¿Por qué quieres saberlo Ramón?- preguntó su madre asombrada.  – ¡Para comprárselo a Sandra! Quiero que esté tan feliz como yo.  Su madre empezó a reírse pero nunca le dijo dónde podía encontrarlas, así que Ramón buscó y buscó esas gafas por todos lados y después de un tiempo sin encontrar nada, comprendió que no necesitaba las gafas para ver la vida sino que él era el que decidía qué actitud tener ante las cosas. Siempre iba a haber cosas malas como madrugar o ver menos a mamá, pero él prefería centrarse en las buenas. Sin el cole, no habría conocido a todos los amigos que tiene ahora o habría descubierto su gran pasión: ayudar a los demás a ser un poquito más felices, Ramón iba a ser…. El final lo creas tú y tú hijo/a ¿Qué creéis que va a ser Ramón? Esperamos tu final y el de tu hijo/a y que disfrutéis tanto como nosotras del cuento]]>

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