1. Hazle reflexionar y establece un ambiente dialogante en el que no critiques a tu hijo/a cuando te habla de sus parejas.Cuanto más les juzgues, más distancia pondrás de por medio para que hable de ellos. Aunque es inevitable tener una opinión acerca de las personas que tenemos, el modo en que la expresamos puede poner una barrera o un acercamiento entre nosotros. Cuando te pregunte qué opinas acerca de un comportamiento que te ha preguntado, devuélvele la pregunta ¿Y tú qué opinas? ¿qué le dirías a una amiga si te contara esto que me has dicho?

2. Desmitifica el amor. Habla de forma natural del amor y cómo entiende las relaciones, sin falta de ser “la gran charla”. Por ejemplo, ¿sabrías que busca en una pareja? ¿cuál es su ideal de persona? ¿cómo cree que debería ser una relación? Quizás ahí te sorprende con todos los requisitos que pide: alto, rubia, simpático, estudiosa…. Y puedas descubrir ciertos mitos amorosos como:

a) El amor todo lo puede y lo perdona

b) El amor verdadero hace cambiar a las personas.

c) Existe un único amor verdadero y estoy en busca de mi media naranja.

d) Cuando quieres a alguien debes renunciar a tu vida de antes y centrarte exclusivamente en la otra persona.

e) Cuanto más celoso/a es una persona, más te quiere.

3. Preocúpate por escuchar lo que tiene que decirte más que en presionarlo.Si te preocupa más la información que darle sentido a lo que te cuenta, no le estarás ayudando. Muchas veces no consiste en la frecuencia o la cantidad de información, sino en detectar pequeñas microalertas que te lanza o indirectas. Así que no te centres en un buen interrogatorio, sino en reconocer porque deja que su pareja actúe de esa forma. Quizás le cuesta “Decir no”, “no sabe cómo decírselo sin que su pareja se ofenda” o tiene baja autoestima y cree que merece ese trato.

4. Empodera a tu hijo/a. Las relaciones tóxicas se producen cuando una persona tiene un rol de opresor y otro de sumisión. Para evitar este último, es necesario que la persona sumisa tenga estrategias que le permita ser más autónoma a la hora de tomar decisiones tanto personal como laboral, su autoestima y su autovaloración sea positiva, realizar nuevas actividades y gestione los conflictos de forma adecuada estableciendo límites. Aunque por regla general es a las mujeres a las que trata de empoderárselas, no estaría mal que si tienes un hijo también lo hicieras, la educación debe ser inclusiva e igualitaria y debe estar basada en una educación basada en la educación emocional para ambos porque “los hombres nunca que lloran” o “correr como unas chicas” no debería ser una forma de decir que eres débil.

  En ese ambiente dialogante es muy necesario que consigas ayudarle a detectar signos de alerta para poder distinguir lo que es el amor y la toxicidad. Si su pareja tiene esos comportamientos o tu los tienes, probablemente estemos hablando de amor tóxico. Son los comúnmente llamados “Micromachismos” (que pueden ser tanto para chicos como para chicas). Los micromachismos son pequeños y cotidianos controles y abusos de poder que pasan inadvertidos para muchas personas porque se camuflan en “ideales de amor romántico” que se encuentran instaurados en la sociedad. Las películas, canciones, libros o series son el reflejo de muchos de esos amores utópicos. Para ayudarte a descubrirlos, pásale la lista definitiva sobre el amor verdadero y el amor tóxico para que vea cuantos puntos obtiene: Si dudas de que esto sea verdad, quizás tu hijo/a se vea reflejad@ en estos vídeos creados por la Asociación de Mujeres Cineastas (CIMA), así que no dudes en compartirlo con él o ella para que juntos podáis comentarlo. Aquí sólo te cuelgo 2 de ellos, pero puedes disfrutar de hasta 4 de ellos. De todas formas, en las series adolescentes también aparecen este tipo de conversaciones y te pueden servir como excusa para hablar de ello de forma abierta.

Ahora nos encantaría saber tu opinión al respecto ¿sabes la idea que tiene tu hijo/a sobre el amor? ¿hablas de forma natural con ello/a? ¿Qué te han parecido los vídeos? ¿los ves exagerados?

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