Divorcio… y aunque nos han enseñado muchas cosas, ver que tus padres se separan no es ni de lejos una situación sencilla ni para lo que estés preparado si no te ayudan a sobrellevar ese peso las personas en las que más confía un hijo: sus padres. Por eso, si estás en un proceso de divorcio y tienes hijos o simplemente estás pasando por un momento difícil con tu pareja, te recomendamos que leas nuestro artículo y escuches nuestra colaboración en ondacero dónde hablamos de este tema en profundidad.
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“Los papás de Germán se han separado” y apenas tu hijo le da importancia, hasta q de repente le toca a él/ella y su mundo cambia. Al contrario de lo que muchos piensan, su mundo no cambia por el divorcio, todo comenzó a cambiar cuando tú empezaste a no sentir nada por tu pareja y el frío entre vosotros empezó a inundar toda la casa o cuando las discusiones se hicieron más evidentes.
Tus hijos lo perciben todo sin falta de emplear palabras, el problema es que si hablamos de sinceridad, de amor, de expresar nuestros sentimientos… Ellos esperan lo mismo de ti. Muchas veces en el estudio, lo que más cuestionan los hijos en sus padres es ¿por qué no me cuentan qué está pasando? ¿por qué en mi familia me dejan al margen? Así que si quieres que tu hijo sufra este proceso de incertidumbre o separación de la mejor forma posible, te recomendamos una serie de pautas que serán esenciales para que sea más llevadero para ellos:
- Hablar con ellos de forma conjunta sobre que está pasando y aclarar en la medida de lo posibles los siguientes pasos que se van a llevar a cabo. Recuerda que tú eres el adulto, así que confían en que tú sabrás que viene después. Si consigues transmitirles ese mensaje. Por un lado se sentirán parte del proceso y por otro, sabrán que va a venir a continuación y eso les dará seguridad. Si algo se preguntan más frecuentemente cuando los padres dan la noticia es ¿qué pasará ahora?. Así que reuniros juntos y decirles: “Papá y mamá están pasando por un momento difícil” “ Papá o mamá ya no van a vivir en casa durante un tiempo”.
- Remarca que no son culpables, porque en el fondo, nadie lo es en estas situaciones y todo el mundo sufre. Tomar una decisión y equivocarse forma parte del proceso. Aunque te parezca que hay uno en concreto, ellos deben ser los que se formen sus propias opiniones con el tiempo. No les enseñes a “odiar” porque tu pareja te falló a ti.
- Debes negociar unas pautas comunes de educación sea cual sea la situación que te una y tratar de que esa vía de comunicación siga abierta por muy difícil que lo ponga la otra parte. El diálogo es fundamental no por ti, sino por tu hijo/a. Quizás esta es la parte más difícil para cualquier proceso de separación, por eso, si no lo consigues recurre a un tercero con el que seáis capaces de entendemos mejor, a veces es alguien de la familia y otras, es un profesional.
- A pesar de que en la familia de tu expareja o tu expareja te descalifique, no entres en el juego de las críticas ni desvirtúes el recuerdo que tiene de tu expareja. No debe saber lo que te ha llevado a tomar una decisión, a ti te ha fallado como pareja, pero tiene derecho a disfrutar de su padre o madre. Muchas veces, parece algo evidente, pero no siempre resulta fácil.
- Mantén la rutina y los horarios que juntos habíais consensuado en la medida de lo posible: colegio, horarios, actividades… No importa que se acueste en una casa a las 21.00 y en otra a las 22.00 pero sí que en una sean las 21.00 y en otra las 2 de la mañana. Ese cambio de horarios, le puede generar un estrés añadido. Siempre decimos que las rutinas son fundamentales y en este caso, se hacen necesarias más que nunca.
