1. Escúchale y preocúpate por lo que él/ ella le interesa sin juzgarle: Procura tener espacios relajados en los que cada uno cuenta o se le pregunta por su día o donde se comparten aficiones comunes o juegos que le interesan. No hace falta que sea mucho tiempo, sólo que el tiempo que paséis sea para vosotros/as dos y él/ella se sienta valorado/a. Todo eso, creará un vínculo de confianza que seguirá existiendo cuando crezca. Las “tonterías de niños” pueden ser problemas de adolescentes en un futuro.
  1. Por cada reproche, 3 elogios: Tendemos a hablar de los fallos, pero casi nunca de las cualidades o de las capacidades, háblale más veces con el corazón cuando estáis solos y delante de otros. Nunca se deben dar por sabidas, ellos/as necesitan escuchar que les quieres, que crees en él/ella, que sabes que lo van a hacer o están haciendo bien,cómo valoras que te ayude, poder contar con él, tenerle a tu lado, y que nunca, ni en tus mejores sueños, te podías imaginar que tener un hijo podía ser tan fantástico. El amor y sus demostraciones nunca sobran. Nuestros hijos hacen un montón de cosas fantásticas que nos llenan de orgullo, o que deberían de hacerlo.
  1. Acéptale por cómo es y deja las expectativas de lado: Desde el momento que sabes que vas a ser madre/padre, la imaginación empieza a volar: quiero que haga esto, que se convierta en esto… Mil y una expectativas que no siempre son fáciles de alcanzar por nuestros/as hijos/as. Cuando eso sucede, es importante volver a pensar en ello y adaptarnos a nuestro/a hijo/a y a sus capacidades. Compararle con otros, no le va a ayudar. Él/ella es único/a y sus habilidades también. Así que… Déjate sorprender!
  1. No te centres en un aspecto de su vida: Solemos preocuparnos por aquello que nuestros hijos/as tienen una mayor debilidad o más dificultad. Por ejemplo, los estudios, ese gran enemigo que hace que la familia entera pueda pasar horas enfrente de los libros. Si las 24 horas son por y para el estudio, nuestro hijo/a acaba asociando que él/ella es lo que reflejan sus notas. Si saco un 4, soy un 4 como persona. Para prevenir esta asociación, es importante tratar de darle la misma importancia a todos los aspectos de su vida: apariencia, deportes, tiempo en familia, amistades, tiempo libre… Nuestro hijo no es una nota académica, sino la suma de todas las habilidades y sus logros. Pero si sólo estudia, entenderá que sólo es eso. Una buena forma de evitarlo es haciendo que asuma responsabilidades en casa porque el hecho de confiar en que cumpla sus tareas, les convierten en más autónomos y elevan su autoestima.

Y vosotros/as ¿qué trucos tenéis para aumentar la autoestima de vuestros/as hijos/as?
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