¿Tu hijo empieza la escuela infantil y te preocupa que no hable tanto como el resto? ¿Señala, pero apenas pronuncia una palabra? ¿Tienes miedo a que no haga amigos porque no habla? Deja de angustiarte porque te ofrecemos unas sencillas pautas para ayudarte a desarrollar su comunicación y mejorar el problema.
Y llega el esperado día en el que tu hijo/a empieza al cole y al conocer el resto de niños que pasarán a ser sus compañeros, te das cuenta de que frases como “Ya hablará”, “Eso es porque no lo has llevado a la guardería”, “Cuando empiece el cole se soltará” … no son tan insignificantes como creías. En el estudio, nos llegan familias preocupadas porque su hijo no habla y realmente es increíble la evolución que pueden llegar a tener con el diagnóstico y el tratamiento adecuado en unos meses. Sin embargo, para llegar a estos resultados se necesita constancia y en algunos casos ayuda externa. Así que, aunque parezca que los consejos que te damos en el artículo son sencillos, no te desanimes si al final tienes que acudir a un experto. La implicación de los padres es básica y necesaria, pero a veces no es suficiente para que tu hijo mejore y necesitas la intervención de un experto. Recuerda que aunque tengan ciertas dificultades comunes, ni todos los niños son iguales, ni los tratamientos o la forma de abordarlos. Hace un año, nuestra logopeda Alba Romero Carrera te respondió a las 4 preguntas que debes hacerte si tu hijo empieza el cole y surgierons muchas preguntas e emails al respecto, así que  hoy Alba te da claves para que puedas profundizar en ello y que puedas ayudarle a que consiga comunicarse mejor. Porque a veces no basta sólo con detectar el problema, sino que queremos formar parte de la solución y saber qué puedes y no puedes hacer para ayudar a tu hijo a que empiece a hablar de forma fluida.

¿Y mientras tanto que cosas puedo hacer o corregir?

Para ello te voy a dar cuatro sencillos consejos que nos ayudarán a facilitar el acto comunicativo:

• Lo primero de todo CALMA, no te agobies, el primer paso ha sido leer este artículo y darse cuenta del problema, así que ya lo has dado, respira hondo y presta atención a lo siguiente.

•  Intenta no obligar a tu hijo a repetir. Esto hará que tu hijo se frustre y rechace el acto comunicativo. Necesitamos que el niño se encuentre cómodo y si le obligamos a hacer una cosa, como es hablar, sin ningún tipo de ayuda o apoyo que se lo facilite, se frustrará y no querrá volver a hacerlo.

• En relación al punto anterior, deja que el niño tome la iniciativa. Para ello ponte a su altura cuando interactúes con él, crea oportunidades para que tome esa iniciativa a través del juego o utiliza las rutinas diarias como el baño o la comida, por ejemplo dando alternativas antes las elecciones del tipo – ¿Quieres agua o quieres leche?- En vez de utilizar una pregunta cerrada del tipo ¿Quieres agua? La cual no da opción a respuesta.

• Y por último juega, juega mucho con tu hijo/a. El juego tiene un gran poder comunicativo.  ¿Y qué tipo de juegos nos pueden ayudar? Pues bien, los juegos que impliquen toma de turnos y peticiones, como un pompero para hacer burbujas o un muñeco de cuerda que el niño no pueda accionar y tenga que solicitar ayuda o petición al adulto para ello. Tampoco nos hace falta comprar juguetes, el simple hecho de columpiarse en el parque puede ser un buen momento para trabajar la palabra “más” para que le sigamos impulsando en el columpio.  Los juegos representativos como las comiditas o el supermercado amplia mucho su vocabulario además de representar acciones de la vida diaria. Como ves son muchas las alternativas y estas sólo son unas pequeñas pinceladas.

Estos son unos nuevos superpoderes para que superpapis como tú pongáis en marcha. Y ahora nos encantaría saber tu opinión sobre este tema ¿te has encontrado en una solución similar? ¿recurriste a algún especialista? ¡Anímate a dejarnos un comentario seguro que tu experiencia ayuda al resto! Y si tienes alguna duda estamos aquí para “Ayudarte” a resolverla.